Por Dra. Kristina Nolfi
Si el cáncer se descubre en su principio, el consumo constante de frutas y verduras crudas puede, en muchos casos, mantenerlo a raya, incluso durante años (es mi propio caso). Si es descubierto en una fase ulterior, el consumo de frutas y verduras crudas puede ayudar a reducir los dolores y prolongar la vida, aunque, salvo excepción, no puede salvarla.
Ciertos científicos piensan que el cáncer es una enfermedad de la sangre, y que cuando se tiene es para toda la vida. El endurecimiento sería una manifestación local. Debo relatar aquí el caso de tres pacientes que tuve este verano.
Durante los diez días que precedieron a la operación, esta mujer permaneció en Humlegaardenalimentándose sólo de frutas y verduras crudasacompañadas de mucho ajo. A su regreso fue de nuevo a ver al médico. Esta vez se descubrió que el tamaño del endurecimiento era como el de un grano de arroz. Así se libró de la operación. La enferma aún se alimenta de frutas y verduras crudas, ha perdido diez kilos, parece diez años más joven y se siente mucho mejor que antes.
El segundo caso es el de una mujer de 49 años. Estuvo en mi casa poco antes de que descubrieran en su seno una induración del grosor de un grano de nuez. Esto la afectó terriblemente. Le propuse que se quedase en mi casa para ver lo que un régimen de
frutas y verduras crudas podía hacer por ella, pero el miedo la empujó a ir al médico que le dijo: “Debe usted volver a Bergen y ser operada inmediatamente”. Ella le preguntó si creía que un régimen a base de frutas y verduras crudas podría ayudarla. Él le respondió que apostaría su cabeza a que no. Sin embargo, la enferma decidió quedarse en mi casa durante dos semanas. Después de 6 días, me pidió que mirase cómo estaba el bulto. Lo encontré, pero su grosor había disminuido hasta ser como la cabeza de un alfiler.
Unos días después fue a ver al doctor que había consultado antes. Lo primero que exclamó el médico fue: “¿Cómo, todavía no fue a operarse?”. Ella respondió que deseaba que la examinase antes de ir. Cuando regresó a verme me dijo: “Debería usted haberle visto con la boca abierta cuando no pudo encontrarlo”. Se debe evitar apostar la cabeza por cosas que ignoramos.
Tuve algunos enfermos más de cáncer, comprobado con el microscopio o, como en el caso del cáncer de estómago, en el curso de una operación anodina, que siguen viviendo y trabajando.
Nuestro tratamiento ha sido aplicado al cáncer de recto, de intestino grueso, de abdomen, de estómago y en un caso de tumor primario de pulmón, probablemente canceroso.
Extraído del libro: “Los alimentos vivos”
Autores: Christian Jaime, Kristina Nolfi y Joseph Pichon.
Pág.117 y 118
Sobre la Dra. Kristina Nolfi
Después de lograr su propia curación, abrió una casa de reposo en la que atendió y curó a miles de enfermos –muchos de ellos diagnosticados incurables- mediante el régimen de vegetales crudos.
Las autoridades médicas de su país (Dinamarca) le entablaron varios pleitos y la obligaron a renunciar a ejercer como médico, lo que no le impidió seguir adelante en su casa de reposo Humlegaarden.
Sus escritos son una esperanza para todos los enfermos que, con toda la razón, ya no confían en la medicina.
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