miércoles, 16 de abril de 2014

Recetas: Croquetas de pipas de calabaza, nueces, trigo sarraceno germinado y hortalizas por Eva Roca

Empezamos nuestro concurso de Recetas Anticáncer con estas deliciosas Croquetas Crudiveganas. Ideales para contrarrestar estos días de excesos.


Croquetas de pipas de calabaza, nueces, trigo sarraceno 
germinado y hortalizas por Eva Roca


Ingredientes (para 16-20 croquetas):

200 gr de semillas de calabaza remojadas durante 8 horas
150 gr (en seco) de trigo sarraceno germinado 
100 gr de nueces remojadas durante 4 horas
6 tomates secos (12 mitades) remojados durante 4 horas
1 pimiento rojo
1 rama de apio con las hojas
3 zanahorias medianas
1 diente de ajo
10 ml de tamari
50 ml de aceite de oliva
romero, tomillo y mejorana
una pizca de comino molido
sal marina o del himalaya al gusto
Para el rebozado:
una taza de semillas de sésamo y lino mezcladas y molidas
1/2 taza de trigo sarraceno germinado y deshidratado molido

Preparación:

Mezclar y reservar los ingredientes del rebozado

Para el trigo sarraceno germinado:
Poner 150 gr. de trigo sarraceno en remojo durante 15 minutos, lavar, escurrir y germinar
 durante 24-48 horas. 
Para germinarlo, se puede utilizar cualquier germinadora o, simplemente, un colador.
Una vez germinado, se puede deshidratar durante 8 horas y almacenar en un bote 
de cristal.

Para las croquetas:
1.  Escurrir las semillas de calabaza, las nueces y los tomates y ponerlo en un bol.
2. Trocear las hortalizas y añadirlas con las semillas, las nueces y los tomates.
3. Añadir el tamari, el aceite, las especias y la sal. Mezclar bien con una cuchara 
grande de madera.
4. Dejar macerar 15 minutos.
5. Triturar la mezcla en un procesador de alimentos hasta obtener una masa 
de croqueta no demasiado fina, con pequeños trozos de hortalizas y nueces.
6. Formar las croquetas (también se pueden hacer hamburguesas).
7. Rebozar con la mezcla de semillas para el rebozado
8. Deshidratar en la deshidratadora a 43º durante 2-3 horas. También se pueden
 deshidratar con un horno eléctrico a 50º con la puerta abierta unos 10cm, 
durante 2 horas.

Se conservan bien en la nevera durante 3 días.

Tomado del siguiente enlace: www.misrecetasanticancer.com

Templanza

El agua del río, por turbia que esté, se volverá clara. Proverbio 







La vida, mientras imparte lecciones, a veces perturba nuestro control y altera nuestra calma. Son momentos en los que no percibimos nada claro y todo nuestro mundo se muestra confuso y pleno de aspereza. A menudo, “las vemos venir”, otras veces, sin embargo, es un imprevisto el que nos “entrena” mientras altera el ritmo normal de las cosas. Se trata de algo que nos frustra, que absorbe nuestra atención y que nos sume en negatividad y niebla. Y mientras tanto, en el fondo de uno mismo, se sabe que de ese infierno que temporalmente padecemos, nadie tiene la culpa, que somos nosotros, la propia Vida que está misteriosamente en marcha. Son momentos en los que tan sólo queda seguir adelante, pasar el episodio “de puntillas” y seguir avanzando por el filo de la navaja. Sabemos que dentro de unas horas, como máximo mañana, todo será diferente y las aguas, por turbias que estén, se volverán claras. 

 Hay personas que piensan que los demás deben tener mucha estrella porque parece que nunca les pasa lo que a ellas les crispa y aprieta. Piensan que los otros tienen más fortuna, más dinero, más amor, más talentos y más belleza. Sin embargo, en ese momento, ignoran que a lo largo de una vida, y haciendo un balance interno de luces y sombras, las cosas no están tan desequilibradas, ni para unas personas, ni para otras. Uno observa que el corazón de los príncipes en sus lujosas mansiones, no es necesariamente más feliz que el de aquel mendigo en su trozo de acera. No parece creíble que los muebles antiguos y las joyas o bien las mantas viejas y las aceras, den más felicidad que lograr vivir cualquier cosa desde una mente sosegada y serena. Las apariencias engañan. Lo importante de la vida, ya seamos príncipes en unas cosas y mendigos en otras, es vivir desde el nivel observador que atestigua el discurrir del río, mientras sentimos el sabio fluir de las pequeñas cosas bien hechas. 



Cuando veamos que en nuestra vida ha llegado una nueva tormenta, tengamos cuidado con las quejas que, además de estériles, debilitan al que las nombra. Su llegada, en alguna dimensión del aprendizaje, no es casual. Tras la agitación, los antiguos hábitos se cuestionan y se abren nuevas puertas. La oportunidad de cambio, a veces, cobra peaje de perturbación y crisis, aunque, sabemos en lo más profundo, que mañana volverán las aguas a estar claras. El dolor ya pasado no habrá sido estéril, la vida no es una vulgar rueda. El tiempo se dirige a alguna parte. Cada instante, el Universo se expande más velozmente, incluso hacia dentro, hacia esa profundidad liberadora.

 Cada problema enfrentado templa, madura y des-implica al observador de aquello que observa. Tras la nueva transparencia de las aguas calmas, uno ya no es el mismo, algo se ha transmutado. Se sabe que vendrán otros rostros y que se abrirán otras puertas. Un paso más en las nuevas avenidas hacia la esencia. 

 Después de una crisis en la que tenemos el alma en llagas, se mira a los demás de otra forma. Leemos los corazones ajenos sin que nadie se de cuenta. Es entonces cuando comprobamos que somos capaces de percibir sus más íntimos temores, sus anhelos y los pliegues de sus entrañas. 
Reconocemos el dolor y la contracción sutil en cualquier cara. Sentimos pronto piedad inspirada en el que llora. Y ante este panorama que señala humanidad y delata el peso que cada uno lleva a sus espaldas, brota una compasión que torna a la vida generosa y cálida. 
 Hemos liberado al sentimiento. ¡Ya somos diferentes de las máquinas!  
 José Doria

Para que las cosas cambien....

"No pretendamos que las cosas cambien si seguimos haciendo lo mismo..."
~Albert Einstein





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