miércoles, 28 de febrero de 2018

El 86 por ciento de los adolescentes tiene una gran carga sistémica de químicos disruptores sexuales

Historia en Breve







  • El BPA es una sustancia química creada en 1891, y utilizada en productos manufacturados hasta los años 50, cuando se incluyó para producir plásticos elásticos y transparentes
  • Los datos demuestran que las muestras de sangre y orina de niños y adolescentes contenían sustancias químicas tóxicas, incluyendo al BPA que es un disruptor endocrino, lo que aumentaba su riesgo de enfermedades cardíacas, obesidad, asma y problemas reproductivos
  • Las sustancias químicas disruptoras endocrinas compiten contra las hormonas naturales al imitarlas, o emularlas parcialmente, para producir una estimulación excesiva, o interferir o bloquear la forma en que son fabricadas o controladas
  • Los estudios independientes demuestran los efectos negativos del BPA y otras toxinas en el cuerpo, pero al parecer los fabricantes y agencias gubernamentales no están dispuestos a proteger la salud de las personas; sino que, es responsabilidad de las personas protegerse del aire, agua y contaminantes alimenticios

Por el Dr. Mercola
El bisfenol-A (BPA, por sus siglas en inglés) fue creado por primera vez por un químico ruso en 1891, pero se utilizó en la fabricación de productos hasta los años 50, cuando se implementó para producir plásticos elásticos, y a menudo transparentes.
Hoy en día, el BPA se encuentra en innumerables productos para el cuidado personal, botellas de agua, recibos de caja y revestimiento de productos enlatados.
Aunque las investigaciones demuestran que el BPA es perjudicial para la salud humana, en términos comerciales fue valorado en más de $ 13 mil millones de dólares en 2013, y se espera que alcance los $ 20 mil millones para el 2020.1
Desafortunadamente, conforme aumenta la demanda de productos libres de BPA, se le ha reemplazado por sustancias químicas sustitutas que son casi idénticas y que se cree que producen los mismos efectos negativos para la salud humana.
Recientemente, un estudio realizado por la Universidad de Exeter determinó los niveles de BPA en la población humana.2 El estudio fue un proyecto de investigación en colaboración, entre los recursos comunitarios (estudiantes de secundaria) y los investigadores de la Universidad de Exeter.

Casi el 90 % de los adolescentes tienen rastros de BPA

El estudio analizó la sangre y orina de 94 estudiantes en Gran Bretaña y descubrió que el 86 % de los adolescentes tenían contaminantes disruptores hormonales en el cuerpo. Si bien, actualmente es legal en Europa, en 2017, la Agencia Europea de Sustancias Químicas3 reclasificó el BPA como una sustancia de "alto riesgo", ya que podría tener efectos graves en la salud humana.4
El proyecto de investigación fue realizado en un entorno real para proporcionarles a los estudiantes la experiencia de una investigación científica. Estos diseñaron, participaron y publicaron el estudio, que incluyó cómo los cambios en su estilo de vida o alimentación podrían tener un impacto en la cantidad de BPA en sus cuerpos.5
Los resultados respaldan varios estudios previos, incluyendo uno realizado por la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES, por sus siglas en inglés), que encontró niveles detectables de BPA en el 93 % de más de 2 500 muestras de orina individuales.6
Estos son datos representativos de la exposición que hay alrededor de los Estados Unidos. Mientras que, el estudio actual es una pequeña muestra de estudiantes adolescentes de Gran Bretaña.
La naturaleza omnipresente del BPA en el medio ambiente y comercial dificulta la prevención de esta exposición. Después de la primera ronda de pruebas, se les solicitó a los estudiantes que evitaran productos que pudieran contener BPA durante una semana.7
Las pruebas de monitoreo revelaron muy pocos cambios en las muestras de sangre y orina de los estudiantes, a pesar del corto tiempo que el BPA permanece en el cuerpo. Tamara Galloway, Ph.D., ecotoxicóloga de la Universidad de Exeter, comentó los resultados del estudio e indicó que:8
"Nuestros estudiantes, quienes llevaron una alimentación sin BPA, informaron que sería difícil mantenerla a largo plazo, porque el etiquetado de los productos con BPA era inconsistente. Les resultó difícil obtener e identificar alimentos libres de BPA".
El BPA se puede encontrar en los plásticos utilizados para proteger los alimentos, en el revestimiento de las latas, bebidas para llevar, cortinas de plástico para la regadera y recibos de tiendas, solo por nombrar algunos ejemplos.
Los recibos de caja impresos por métodos térmicos requieren BPA para la fabricación del papel diseñado para reaccionar al calor. De manera alarmante, la investigación ha demostrado que utilizar desinfectantes para manos podría aumentar el riesgo de absorber BPAdel entorno en un factor de 100 o superior, ya que cambia la permeabilidad de la piel.9
Después del estudio, los investigadores de la Universidad de Exeter solicitaron un mejor etiquetado en los envases para permitir que los consumidores tomaran decisiones más saludables. Lorna Harries, Ph.D., coautora del estudio de la Universidad de Exeter Medical School, comentó que:10
"La mayoría de las personas están expuestas al BPA todos los días. En este estudio, nuestros estudiantes de investigación han descubierto que, hoy en día, dadas las leyes actuales de etiquetado, es difícil evitar la exposición al cambiar nuestra alimentación.
En un mundo ideal, tendríamos la opción de elegir lo que introducimos en nuestros cuerpos. En la actualidad, dado que es difícil identificar qué alimentos y envases contienen BPA, no es posible hacer tal elección".

Los niños tienen un mayor riesgo

El BPA es un disruptor endocrino estrogénico. En otras palabras, representa un riesgo complejo para la salud humana ya que imita, o emula parcialmente, a las hormonas que se encuentran naturalmente en el cuerpo.
Esto podría ocasionar una sobreestimulación, interferir o bloquear la forma en que se producen o controlan. Interrumpir el sistema endocrino podría ocasionar resultados negativos en los sistemas reproductivo, neurológico e inmunológico de niños y adultos.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental, la investigación demuestra que los disruptores endocrinos son más riesgosos cuando la exposición ocurre durante el desarrollo prenatal y en la primera infancia,11 ya que es cuando se forman y completan los sistemas neurológicos y de órganos.
Otros estudios han demostrado que el BPA también pone a los niños pequeños en riesgo de enfermedades cardíacas futuras, independientemente de los padecimientos cardíacos relacionadas con la obesidad.12
Los investigadores también han descubierto una relación entre el BPA y los problemas cardíacos en adultos.
Un equipo de investigación de la Universidad de Cincinnati estudió cómo esta sustancia afectaba a los ratones machos y hembras, y descubrió que existía una mayor amenaza en la salud cardiaca de las hembras al estar expuestas, en comparación con los machos.13El objetivo del estudio era determinar los efectos sobre la función cardíaca.
Los ratones machos y hembras manifestaron cambios en la presión sanguínea y frecuencia cardíaca; sin embargo, los ratones hembra tampoco pudieron sobrellevar su exposición al BPA.
Asimismo, los investigadores han identificado una relación entre esta sustancia y la maduración de los óvulos en los seres humanos, una interferencia con el hipotálamo y la glándula pituitaria, y todo esto ha sugerido que estas acciones podrían afectar la pubertad, ovulación y originar infertilidad.14

El gran impacto en los costos de los servicios de atención médica

Se ha suscitado un considerable impacto en los costos de los servicios de atención médica. En un estudio que evaluó el impacto de los costos en Europa, los investigadores descubrieron que las exposiciones químicas sumaban al menos $ 175 mil millones de dólares en costos anuales de servicios de atención médica.15
El estudio incluyó solo las sustancias químicas con mayor probabilidad de causar enfermedades. Probablemente, un análisis más amplio habría resultado en una mayor carga de morbilidad e incluso mayores costos por los servicios de atención médica.
Los investigadores detallaron los costos que estaban relacionados con la obesidad, trastornos neurológicos y reproductivos masculinos, que se creen son el resultado de la exposición al BPA.
Pero, los datos incluyeron solo el 5 % de todos los disruptores endocrinos conocidos, lo que le sitúa como la punta del iceberg. Linda Birnbaum, Ph.D., microbióloga y Directora del Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental, comentó que:16
"La cuestión es que, se han observado una gran variedad de efectos en la población general, relacionados con sustancias químicas disruptoras endocrinas. Ahora, contamos con una mayor cantidad de datos que generan preocupación sobre su uso. Hemos observado los efectos de los niveles [de las sustancias químicas] que están presentes en la población general".
La impotencia masculina también puede ser un efecto. En un estudio, los altos niveles de BPA aumentaron el riesgo de problemas de libido, eyaculación y disfunción eréctil.17 Incluso, los estudios han relacionado los bajos niveles de BPA con enfermedades cardíacas, cambios en la presión arterial, diabetes tipo 2obesidad, así como cáncer de mama y de próstata.

Los peligros de la disrupción endocrina comienzan en el útero

Los peligros comienzan cuando los bebés son expuestos antes del nacimiento.18 Exponerse al BPA tiene el potencial de afectar el desarrollo cerebral, como se demostró en un estudio en el que los investigadores encontraron una relación entre las niñas expuestas al BPA antes del nacimiento y sus problemas conductuales, incluyendo ansiedad e hiperactividad.
Al parecer no hay un vínculo entre el BPA cuantificado a través de la orina de una mujer embarazada y los problemas conductuales masculinos.
Un estudio encomendado por el Grupo de Trabajo Ambiental (EWG, por sus siglas en inglés),19 requirió el servicio de cinco laboratorios para examinar la sangre del cordón umbilical de 10 niños afroamericanos, hispanos y asiáticos.
Los investigadores encontraron más de 200 sustancias químicas en cada uno de los recién nacidos, lo que demuestra la vulnerabilidad de los bebés durante su desarrollo hacia la exposición ambiental. La Dra. Anila Jacob, científica principal de EWG, comentó los resultados e indicó que:20
"Sabemos que el feto en desarrollo es una de las poblaciones más vulnerables--si no la más vulnerable--a la exposición ambiental. Sus sistemas de órganos no se encuentran maduros y sus métodos de desintoxicación todavía no están establecidos, por lo que la sangre del cordón umbilical nos proporciona una buena perspectiva de la exposición durante el momento de la vida más vulnerable".
Asimismo, la exposición prenatal podría incrementar el riesgo de que el niño tenga sibilancias durante la primera infancia.21 Esto coloca a los niños en mayor riesgo de problemas relacionados con el asma a corto y largo plazo,22 incluyendo dificultades para respirar, para mantener el peso, obesidad y problemas del sueño.
En el caso de algunas personas, también podría ocasionar una reestructuración de las vías respiratorias, lo que podría causar la pérdida de la función pulmonar y alteración en la producción de mucosidad.23

La ciencia respalda la afirmación de que el BPA es un peligro para su salud

Cada vez hay una mayor cantidad de datos científicos independientes, basados ​​en evidencia, que señalan los efectos del BPA en la salud humana. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en asociación con la Organización Mundial de la Salud desarrolló un informe24 que delineaba los efectos negativos del BPA en la salud.
Sin embargo, la industria de los plásticos ha puesto en duda esos datos. Tanto la gran magnitud de la distribución como la comodidad de los productos fabricados, dificultan que se determinen los medios para eliminar o reducir el uso humano de este químico tóxico.
No fue sino hasta 2002 que uno de los primeros informes internacionales sobre sustancias químicas disruptoras endocrinas fue escrito y presentado ante la comunidad internacional.25 Cada vez se acumula más evidencia que apoya las declaraciones científicas de que las sustancias químicas disruptoras endocrinas y artificiales contribuyen a las enfermedades a lo largo de la vida de una persona.
No obstante, debido a que esta es una sustancia química lucrativa para los fabricantes, la industria sustenta este debate con información que ha sesgado, denominada como "duda fabricada", para cubrir su inversión.
El término de "duda fabricada" surgió porque la información que se transmitía era más una prestidigitación que medidas políticas sustentadas en hechos, la cual fue impulsada por valores personales y ganancias financieras, en vez de generar una preocupación hacia la salud.
En un esfuerzo por confundir aún más la situación, los grupos de la industria, tales como el Consejo Americano de Química, solicitaron "ciencia sólida" para evaluar los datos de las sustancias químicas disruptoras endocrinas.
El origen del término "ciencia sólida" podría ser trazado hasta su origen en los estudios originales sobre la seguridad del tabaco. El autor y epidemiólogo, David Michaels, Ph.D., señala que:26
"La difamación de cualquier investigación que pudiera amenazar los intereses corporativos como 'ciencia basura' y la santificación de su propia investigación comprada y pagada como 'ciencia sólida', de hecho, es orwelliana--nada menos que un procedimiento operativo estándar de la actualidad.
Pero en cuanto a dar crédito a quien se lo merece, la dicotomía de la ciencia sólida/basura ha funcionado maravillosamente como un truco de relaciones públicas, y ha obtenido una amplia aceptación en el debate actual sobre el uso de evidencia científica como política".
A pesar de la gran cantidad de evidencia científica que indica que el BPA representa una amenaza significativa para la salud de niños y adultos, la industria continúa asegurándoles a sus consumidores que el BPA es seguro para los niños.
La Asociación de juguetes de los Estados Unidos declara que,27 "ninguna jurisdicción federal o estatal ha restringido el uso de BPA y juguetes". Y la Federación Británica de Plásticos afirma que,28 "a los niveles de exposición actuales, los plásticos que contienen BPA no representan riesgos para la salud del consumidor en ningún grupo de edad".

Otra industria asegura que está a salvo mientras encubre los riesgos en la salud

El documental "The Devil We Know", que fue presentado en el Festival de Cine de Sundance, narra cómo los pobladores, abogados y ex empleados de DuPont se enfrentaron a esta empresa química para exponer los peligros de una toxina que se encuentra en los productos de teflón.29
La sustancia química, C8, se encuentra en prendas de vestir resistentes a manchas y agua, hilo dental y bolsas de palomitas de maíz para microondas, por nombrar solo algunos ejemplos.
Sin embargo, el C8 se ha relacionado con seis enfermedades, que incluyen cáncer testicular y de riñón, enfermedades cardiovasculares, tiroideas, autoinmunológicas y problemas reproductivos.30
La empresa DuPont era consciente de que el C8 era altamente tóxico, pero continuó descargándolo en las vías fluviales que rodean la planta de fabricación, en Parkersburg, Virginia del Oeste, y vendiendolo a la población de los Estados Unidos.
Al principio, la empresa creía que los únicos afectados por la sustancia química eran los que trabajaban en la fábrica, pero no pasó mucho tiempo antes de que fuera evidente que las personas que vivían fuera de la fábrica estaban realmente expuestas a mayores cantidades de esta toxina.
Ya para ese momento, la empresa había enviado un equipo para recoger muestras de agua en las corrientes fluviales, y descubrió que la sustancia química se había transportado lejos de la planta.
Cuando los habitantes empezaron a experimentar síntomas, incluyendo tumores en ellos y sus mascotas, iniciaron las investigaciones que, finalmente, proporcionaron evidencia de que el C8 era responsable de las enfermedades en la comunidad, y que la empresa DuPont estaba plenamente consciente de que envenenaba a sus trabajadores, pobladores y consumidores.31

Los reguladores no protegen su salud

Estos solo son dos ejemplos de cómo los reguladores y funcionarios gubernamentales no pueden o no quieren proteger su salud. En un comentario para Environmental Health News,32 el Dr. Philip Landrigan, epidemiólogo, pediatra y principal defensor de la salud infantil, analiza la lamentable situación que ha afectado al medio ambiente y, por extensión, a la salud humana.
Exponerse a las toxinas del agua de la llave, alimentos, aire y hogar aumenta la exposición a sustancias químicas que tienen el antecedente de causar padecimientos, enfermedades y discapacidades.
Hoy en día, los niños están expuestos a un número mucho mayor de toxinas, en comparación con los niños de hace solo 20 años. Muchas de estas sustancias químicas se han esparcido por todo el medio ambiente, e incluso se encuentran en las profundidades del Océano Pacífico y Ártico.
El biomonitoreo realizado por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades ha encontrado constantemente toxinas en los cordones umbilicales, así como en la sangre y orina de habitantes de todas las edades en los Estados Unidos.
En los Estados Unidos, las sustancias químicas son presuntamente seguras hasta que se demuestre lo contrario. En otras palabras, a los fabricantes se les otorga la libertad de utilizar sustancias químicas sin evaluación de toxicidad. Incluso después de que se haya demostrado que causan daño, es posible que no se tomen medidas.
Por ejemplo, los científicos de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) confirmaron que el insecticida, clorpirifos, representaba una amenaza significativa para los bebés nonatos, pero el administrador de la EPA, Scott Pruitt, se ha negado a tomar medidas.33
Se ha convertido en responsabilidad de las personas asumir el compromiso de disminuir su exposición a través de controlar su entorno personal y reducir la cantidad de sustancias químicas y toxinas que utilizan. Dentro de su propio hogar, decidirá cuales son los productos que comprará o no en las tiendas.
Utilizar su poder adquisitivo tiene un importante efecto en los fabricantes. Busque productos que sean orgánicos y elija comer principalmente alimentos enteros que no se encuentren empaquetados en plástico. Al disminuir la cantidad de pesticidas en su cuerpo, también reducirá su riesgo personal de enfermedades.
Considere implementar el mismo proceso en el patio y jardín de su hogar, aplique pesticidas como último recurso, en vez de que sean su primera opción. Considere instalar un filtro para agua de toda la casa, y filtre el aire que respira en su hogar.
Tome precauciones cuando conduzca sobre vías con un tráfico vehicular intenso y utilice su influencia en otros padres y la administración de la escuela donde acude su hijo, para cambiar el ambiente escolar.
Finalmente, podría tomar medidas a una escala mayor en su propia localidad o ciudad, estado o incluso a nivel nacional. Los funcionarios electos tienen una enorme influencia en la salud de los niños.
Landrigan señala que es importante recordar que la democracia no es un deporte para espectadores.34 Todos deben involucrarse por la salud de las futuras generaciones, aunque al menos sea en conocer un poco sobre los funcionarios de gobierno, antes de votar por ellos.

Los alimentos ultraprocesados y contaminados con plásticos son perjudiciales para la salud

Historia en Breve


Alimentos Ultra Procesados

  • Los peligros de consumir azúcar en exceso son bien conocidos, y fueron aceptados oficialmente en las directrices alimenticias 2015-2020 de los Estados Unidos; las cuales recomiendan limitar el consumo de azúcares añadidos a un máximo de 10 % de las calorías diarias
  • En los Estados Unidos, el 60 % de los alimentos procesados que consumen los habitantes consiste en alimentos ultraprocesados y estos representan el 90 % del consumo de azúcar añadido
  • Algunos ejemplos de alimentos ultraprocesados incluyen los cereales para el desayuno, pizza, nuggets de pollo, sodas, papas fritas, snacks salados/dulces/apetitosos, productos horneados envasados, alimentos congelados para microondas, sopas instantáneas y salsas
  • Los estudios han resaltado los riesgos de los tipos de alimentación procesados con alto contenido de azúcar, lo que demuestra que consumir azúcar en exceso es una causa principal de muchas de las epidemias de enfermedades actuales, ya que causan obesidad y resistencia a la insulina
  • Hoy en día, los investigadores franceses advierten que los alimentos ultraprocesados aumentan el riesgo de cáncer, y cuanto más cantidad de alimentos ultraprocesados consuma, mayor será su riesgo; por cada incremento del 10 % en el consumo de alimentos ultraprocesados, la tasa de cáncer se eleva un 12 %
Por el Dr. Mercola
Los peligros de consumir azúcar en exceso son bien conocidos, y fueron aceptados oficialmente en las directrices alimenticias 2015-2020 de los Estados Unidos,1 las cuales recomiendan limitar el consumo de azúcares añadidos a un máximo del 10 % de las calorías diarias.2 No obstante, no es tan sencillo, ya que este objetivo es casi imposible de lograr si la alimentación es a base de alimentos procesados.
Una comida rápida que consista en una hamburguesa, papas fritas y soda, fácilmente podría sumar toda la cantidad de calorías requeridas durante todo un día, mientras que, por otro lado, es posible deje al cuerpo carente de vitaminas, minerales, enzimas vivas, micronutrientes y grasas saludables.
Inevitablemente, llevar este tipo de alimentación todos los días, durante meses y años, impedirá mantener una buena salud.
De hecho, la investigación sugiere que los tipos de alimentación que incluyen alimentos refinados con alto contenido de carbohidratos, son tan riesgosos como fumar, por lo que elevan hasta en un 49 % el riesgo de cáncer de pulmón.3 Los investigadores también han pronosticado que la obesidad superará al tabaquismo como una de las principales causas de muerte por cáncer.4
Desafortunadamente, los habitantes en los Estados Unidos no solo consumen una cantidad preponderante de alimentos procesados, sino que el 60 % consiste en alimentos ultraprocesados5,6--productos que se encuentran en el final del espectro "significativamente transformados".

Definición de alimentos ultraprocesados

Entre los ejemplos de alimentos ultraprocesados ​​se incluyen los cereales para el desayuno, pizza, nuggets de pollo, sodas, papas fritas y otros snacks salados/dulces/apetitosos, productos horneados envasados, alimentos congelados para microondas, sopas instantáneas y salsas, entre otros.
En términos más generales, los alimentos ultraprocesados ​​se pueden definir como productos alimenticios que contienen uno o más de los siguientes ingredientes:
  • Ingredientes que no se utilizan tradicionalmente en la cocina
  • Cantidades anormalmente elevadas de azúcar, sal, aceites industriales procesados y grasas que no son saludables
  • Sabores, colorantes, endulzantes y otros aditivos químicos artificiales que imitan las cualidades sensoriales de alimentos sin procesar ​​o que están mínimamente procesados (algunos ejemplos incluyen a los aditivos que crean texturas y una sensación agradable en la boca)
  • Conservadores y sustancias químicas que extienden antinaturalmente la caducidad de los productos alimenticios
  • Ingredientes transgénicos (GE), que además de conllevar posibles riesgos para la salud, también tienden a estar muy contaminados con herbicidas tóxicos, tales como el glifosato, 2,4-D y dicamba.
El azúcar no solo es una sustancia altamente adictiva (que según algunos estudios, supera a la cocaína), sino que otros ingredientes también son altamente adictivos, en especial, la sal y la grasa.
De hecho, la industria de alimentos procesados ​​ha desarrollado el concepto de "craveabilty" (en inglés [que consiste en potenciar un antojo alimenticio a través de sus características sensoriales]) como una forma de arte. Nada se deja al azar, y al hacer que los alimentos sean adictivos, los fabricantes aseguran poder repetir sus ventas.

Los alimentos ultraprocesados ​​podrían estar vinculados al cáncer

Un sin número de estudios han destacado los riesgos de los alimentos procesadas con alto contenido de azúcar, lo que demuestra que consumir azúcar en exceso es una causa principal de muchas de las epidemias de enfermedades actuales, ya que causa obesidad y resistencia a la insulina.
Muy recientemente, los investigadores franceses advirtieron que los alimentos ultraprocesados ​​aumentaban el riesgo de cáncer, y que cuanto más alimentos ultraprocesados ​​consumía, mayor sería su riesgo.7,8,9,10
Casi 105 000 participantes del estudio, en el cual la mayoría eran mujeres de mediana edad, fueron monitoreados durante una media de cinco años.
En promedio, el 18 % de su alimentación consistía en alimentos ultraprocesados, y los resultados demostraron que cada vez que aumentaban en un 10 % su consumo de alimentos ultraprocesados, ​​elevaban en un 12 % su tasa de cáncer, lo que ha causado 9 casos de cáncer adicionales por cada 10 000 personas, cada año.
El riesgo de cáncer de mama aumentó específicamente en un 11 %, cada vez que aumentaban en un 10 % su consumo de alimentos ultraprocesados. Las bebidas endulzadas, alimentos grasosos y salsas estuvieron muy fuertemente relacionados con el cáncer en general, mientras que los alimentos altos en azúcar tuvieron una correlación más fuerte con el cáncer de mama.
Según los autores, "estos resultados sugieren que incrementar paulatinamente el consumo de alimentos ultraprocesados ​​podría generar una carga creciente de cáncer en las siguientes décadas".
La coautora, Mathilde Touvier, dijo para CNN Health que,11 "fue bastante sorprendente, la solidez de los resultados. Estuvieron sumamente relacionados, hicimos muchos análisis sensibles y aplicamos diversos cofactores en los descubrimientos, y aun así, los resultados fueron bastante preocupantes".
También podría haber factores de confusión en juego, ya que las personas que consumieron muchos alimentos ultraprocesados ​​también tenían más probabilidades de fumar y utilizar anticonceptivos orales, hacer menos ejercicio y comer más calorías en general.

La alimentación es un factor clave que determina la salud y longevidad

La investigación,12 publicada el año pasado, relacionó la mala alimentación con un mayor riesgo de mortalidad cardiometabólica (muerte como resultado de diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas y derrames cerebrales).
Según los autores, consumir cantidades insuficientes de alimentos esenciales, tales como frutas, vegetales, frutos secos, semillas, y grasas omega-3 de origen animal, junto con cantidades excesivas de alimentos procesados, tales como carnes y bebidas endulzadas con azúcar, representó más del 45 % del total de las muertes cardiometabólicas durante el 2012.
En otras palabras, mientras más alimentos procesados ​​y menos alimentos enteros coma, mayor será su riesgo de enfermedades crónicas y muerte. Otra investigación publicada el año anterior encontró que comer papas fritas (tales como las papas a la francesa, hash Brown y chips) dos o más veces por semana podría duplicar el riesgo de muerte por todas las causas.13
Comer papas que no estaban fritas no estuvo relacionado con un mayor riesgo de mortalidad, lo que sugiere que freír--y muy probablemente el aceite elegido--sea el principal problema.

Los alimentos ultraprocesados ​​se han convertido en el estándar

Los habitantes en los Estados Unidos no son los únicos que consumen demasiada cantidad de alimentos artificiales. Como se mencionó anteriormente, la investigación sugiere que el 60 % de las calorías que contiene la típica alimentación estadounidense proviene de alimentos ultraprocesados, pero los canadienses y británicos no se quedan atrás, ya que su alimentación también esta constituida en un 50 % de alimentos procesados.14
En general, el mundo desarrollado consume cantidades significativas de alimentos procesados, y las estadísticas de enfermedades revelan que esta tendencia es inherentemente absurda.
En realidad, no hay duda de que, si tiene sobrepeso, resistencia a la insulina o alguna enfermedad crónica, una de las medidas que debe implementar urgentemente es consumir una menor cantidad de azúcar.
Se ha estimado que hasta el 40 % de la inversión en servicios de atención para la salud en los Estados Unidos es destinada a atender enfermedades directamente relacionadas con el consumo excesivo de azúcar.15
En los Estados Unidos, se gasta más de USD 1 billón en el tratamiento de enfermedades relacionadas con el azúcar y comida chatarra, cada año,16,17 que abarcan desde la obesidad y diabetes hasta las enfermedades cardíacas y el cáncer.
De acuerdo con el reporte18 sobre la carga de cáncer a nivel mundial, publicado en 2014, la obesidad es responsable de aproximadamente 500 000 casos de cáncer alrededor del mundo, cada año. Un informe británico más reciente estima que la obesidad podría ocasionar una cantidad adicional de 670 000 casos de cáncer en Reino Unido, tan solo en los siguientes 20 años.

Incremento en el gasto por servicios de atención médica para las enfermedades relacionadas con la obesidad

Por primera vez, ahora también tenemos información sobre cómo la obesidad impacta en los gastos de servicios de atención médica para cada estado de los Estados Unidos, de forma individual. De acuerdo con el reporte "The Impact of Obesity on Medical Costs and Labor Market Outcomes in the U.S.",19 coproducido por los analistas de la Universidad de Cornell y la Universidad de Lehigh:20
  • Arizona, California, Florida, Nueva York y Pensilvania gastaron entre 5 y 6 % en servicios médicos por enfermedades relacionadas con la obesidad
  • Carolina del Norte, Ohio y Wisconsin gastaron más de un 12 %, cada uno, en servicios médicos por enfermedades relacionadas con la obesidad
  • Entre el 2001 y 2015, los gastos por servicios de atención médica relacionados con la obesidad aumentaron en un 29 % a nivel nacional
  • Entre el 2001 y 2015, más del 20 % del gasto de Medicaid, en Kentucky y Wisconsin, fue dedicado al tratamiento de enfermedades relacionadas con la obesidad, en comparación con un 11 % en Nueva York
  • Entre el 2001 y 2015, el gasto promedio de Medicaid para las enfermedades relacionadas con la obesidad fue de un poco más del 8 % a nivel nacional

Contaminación por plásticos--otra preocupación urgente

La contaminación por plásticos también ha tenido consecuencias en la salud, ya que tanto los alimentos como el agua están cada vez más contaminados con estas partículas tóxicas. Según el grupo de defensa del medio ambiente, Ocean Conservancy, algunos productos de plástico persistirán durante tanto tiempo que aún serán reconocibles después de 400 años.21
El plástico que se descompone en partículas microscópicas es un problema igualmente alarmante. Las partículas de microplásticos, que tienen menos de 5 milímetros de largo, literalmente han invadido los océanos por zonas.
Hoy en día, estos remolinos de "contaminación plástica", transportados por las corrientes oceánicas,22 cubren alrededor del 40 % de las superficies oceánicas del mundo.23 Son consumidos por peces y otras especies marinas—lo cual es bien conocido.
Pero, tan solo recientemente los investigadores tomaron el siguiente paso lógico para determinar que no solo la vida marina es la que ingiere el plástico, sino que probablemente también nosotros lo hagamos.
La investigación24 encomendada por el medio de comunicación Orb, reveló datos alarmantes sobre la contaminación por plásticos en el agua de la llave, en el cual el 83 % de las muestras comprobadas a nivel mundial resultó contaminada.
En los Estados Unidos, se encontró que el 94 % de las muestras de agua de la llave contenía plástico--la mayoría provino de todas las zonas analizadas. Orb señala seis fuentes principales de "plásticos invisibles", una de las cuales son las microfibras artificiales de ropa sintética, tales como el forro polar, acrílico y poliéster.
Las microfibras se desprenden durante el proceso de lavado, en una cantidad total de 1 millón de toneladas por año, y la forma irregular de estas partículas de plástico podría ser más difícil de excretar para la vida marina, en comparación con otros microplásticos.
Las microperlas--esas pequeñas bolitas de plástico que posiblemente haya visto al lavarse la cara o en el jabón para manos--son otra fuente principal de contaminación por plásticos que llega hasta sus alimentos y al interior de su cuerpo.
Las microperlas son tan pequeñas que son desechadas por el desagüe del baño y se desplazan fácilmente por las plantas de tratamiento de aguas residuales, ya que son demasiado pequeñas para ser atrapadas durante el proceso de filtración.
Ocho millones de toneladas de plásticos de uso similar, tales como los tenedores, bolsas, popotes y envases de alimentos para llevar, también llegan a las vías fluviales cada año y, además, estos artículos eventualmente se descomponen en microplásticos.
Como resultado de toda esta contaminación por plásticos, un tercio del pescado capturado en el Canal de la Mancha contiene microperlas, al igual que el 83 % de los langostinos vendidos en el Reino Unido.25 La mayoría de la sal marina también contiene fragmentos de plástico.

El plástico también contamina las tierras de cultivo

La contaminación por plásticos también se ha acumulado en las tierras de cultivo. Según estudios26 publicados en Science of the Total Environment, se estima que, anualmente, la liberación de plásticos en la tierra es entre 4 y 23 veces mayor, que la liberada en los océanos. El uso de aguas residuales (biosólidos) como fertilizantes, puede ser particularmente problemático.
Los datos sugieren que, es posible que se agreguen entre 125 y 850 toneladas de microplásticos por cada millón de habitantes, en los suelos agrícolas europeos, cada año.
Si se considera el rango de las tasas de aplicación de residuos, y se asume que los datos de otros países con uso similar de plásticos son comparables, se estima que el aporte total anual de microplásticos en las tierras agrícolas europeas y norteamericanas, respectivamente, es de 63 000 a 430 000, y de 44 000 a 300 000 toneladas.
Según los investigadores, este es "un resultado alarmantemente alto", que excede la carga acumulada total de 93 000 a 236 000 toneladas de microplásticos presentes en la superficie de las aguas oceánicas, alrededor del mundo.27

Para mejorar su salud, evite consumir alimentos procesados

Alrededor del 90 % del dinero que los habitantes de los Estados Unidos gastan en alimento es para comprar alimentos procesados.28,29,30 De eso, el 60 % consiste en alimentos ultraprocesados.31
Básicamente, más de la mitad de lo que el habitante promedio consume en un día determinado son alimentos de conveniencia que se pueden comprar en una gasolinera local. ¡Menos del 30 % de las calorías proviene de alimentos sin procesar ​o mínimamente procesados, y menos del 1 % de las calorías diarias proviene de vegetales!
Además de ser productos artificiales y, por lo tanto, carentes de nutrientes valiosos, en los Estados Unidos, los alimentos ultraprocesados también representan el 90 % del consumo de azúcar añadido.
Alrededor del 2 % de las calorías de los alimentos procesados ​​proviene de azúcares añadidos. Por definición, los alimentos sin procesar ​​o mínimamente procesados ​​no contienen ninguno. Por otro lado, los alimentos ultraprocesados obtienen el 21 % de sus calorías de los azúcares añadidos.
Por esta razón, para disminuir el consumo de azúcar es necesario eliminar los alimentos procesados, en especial, los que son ultraprocesados--básicamente, se refiere a cualquier alimento que no provenga directamente de una vid, arbusto, árbol o de la tierra.
Las investigaciones demuestran que solo el 7.5 % de la población de los Estados Unidos; es decir, las personas que consumen una menor cantidad de alimentos procesados, realmente cumplen con las recomendaciones alimenticias de los Estados Unidos de obtener una cantidad máxima del 10 % de sus calorías diarias de azúcares.32

¿Cómo podría saber si se alimenta saludablemente?

En mi opinión, llevar una alimentación que sea 90 % comida verdadera y solo un 10 % o menos de alimentos procesados, es un objetivo factible para la mayoría, que podría hacer una diferencia significativa en su peso y salud general.
A menos que viaje, mi alimentación es muy cercana al 100 % de alimentos verdaderos, gran parte de los cuales son cultivados en mi propiedad. Simplemente, necesita hacer el compromiso y darle alta prioridad. Estas son algunas de las directrices alimenticias generales que le ayudarán a controlar su salud:
Enfóquese en consumir alimentos crudos y frescos, y evite los alimentos procesados
 ​​tanto como le sea posible (si viene en una lata, botella o paquete, y tiene una lista 
de ingredientes, es un alimento procesado)
Limite estrictamente su consumo de carbohidratos (azúcares refinados, fructosa
 y granos procesados)
Consuma una mayor cantidad de grasas saludables, las cuales deben constituir 
aproximadamente entre el 50 y 85 % de sus calorías diarias. (Recuerde que, 
obtener grasas de su alimentación no es lo que le hace aumentar de peso; 
sino más bien, el azúcar/fructosa y los granos)
Puede comer una cantidad ilimitada de vegetales sin almidón. Ya que son estos 
muy bajos en calorías, la mayoría de los alimentos que consume deberían 
ser vegetales
Límite el consumo de proteínas a una cantidad inferior a 0.5 gramos
 por libra de peso corporal magro
Reemplace las sodas y otras bebidas endulzadas por agua pura y filtrada

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