lunes, 24 de noviembre de 2014

El descanso limpia y la fatiga ensucia... por el Dr. Eneko Landaburu

Eclesiastés 4:6
"Mejor es un puñado de descanso que un puñado doble de duro trabajo..."



Nuestras células se limpian solas durante el descanso.

El cerebro y los nervios; los ojos y los oidos; el corazón, las arterias y las
venas; los bronquios y los pulmones; el estómago y los intestinos; 
el hígado y los riñones; los músculos y huesos; las glándulas; etc. 
están formados por CÉLULAS.




Nuestro cuerpo esta compuesto por 100 billones de células:
100.000.000.000.000. Tienen formas y funciones muy diversas: 
las de la piel, las musculares, las óseas, las conjuntivas, las cartilaginosas, 
las neuronas, las grasas, las sanguíneas, las glandulares, las del hígado, 
las sexuales, etc.

Cada célula tiene que hacer un trabajo. Y para funcionar bien necesita:

INTRODUCIR  A TRAVÉS DE LA SANGRE:

. El Oxígeno, que entra por los Pulmones.
. Las Sustancias Nutritivas, que entran por el Tubo Digestivo.

Y SACAR A LA SANGRE,

Las Sustancias Tóxicas:
que
se producen dentro, como resultado de la actividad: urea, ácido úrico,
ácido láctico, gas carbónico, creatinina, acetona...

que
se introducen desde afuera: gases tóxicos del humo de cigarros, tubos de
escape, chimeneas de fábricas e incineradoras de basura; nicotina, cafeína, alcohol,
aditivos químicos, drogas, medicamentos (incluidas las plantas medicinales),
vacunas, etc.

Es durante el descanso cuando la célula tiene la oportunidad de sacar las

sustancias tóxicas a la sangre.


La actividad carga a la célula de basura y el descanso la descarga.
Después del descanso nocturno, nuestras células están más limpias que
 antes de acostarnos.

Cuando el descanso no es suficiente en relación al esfuerzo realizado, 
la célula no tiene la oportunidad de sacar todos los residuos, y se intoxican. 
Su actividad se ve entorpecida y se va deteriorando antes de tiempo. 
Sin descanso, no es posible la actividad.
Descansando a tiempo hago más y mejor trabajo.
El cuerpo saca sus fuerzas:
. del Oxigeno del aire,
. de los Alimentos,

. pero sobre todo del descanso.

Cuando un deportista al final de la competición se encuentra sin fuerzas, o
cuando nos sentimos cansados al final de la jornada, no suele ser por falta 
de oxígeno o alimento, sino por el acúmulo de tóxicos resultantes del 
esfuerzo. Bastan ocho horas de sueño reparador y nos vuelven las fuerzas,
 aunque no hayamos probado bocado. 
Se evacuan los residuos tóxicos y la vitalidad reaparece.

Cuando se está cansado, no quedan fuerzas para hacer bien la digestión.
 Por ello en éstas ocasiones es mejor descansar antes de comer
 ("la siesta del carnero").

Los estimulantes son sustancias tóxicas
que irritan al sistema nervioso.
Tomarlos cuando se está cansado es aumentar la fatiga y la intoxicación.
 Los más usuales son el café, té, mate, cacao, chocolate, refrescos a base 
de cola, cocaína, aspirina, ginseng, guaraná,...

Son sustancias engañosas: parece que te dan fuerzas, cuando te están
 robando las pocas que te quedan. Te ocultan la fatiga, no la sientes. 
Es así que sigues esforzándote cuando tenías que descansar. 
Es como dar un latigazo a un caballo cansado: galopará,
 pero luego estará más cansado.

El descanso es una necesidad inevitable, que no se puede sustituir por
estimulantes ni por alimentos energéticos. Sustituye los estimulantes por 
un rato de descanso.
 A veces, bastan 5 o 10 minutos lo más cerca de la horizontal que puedas,
 a oscuras (o tapándote los ojos) y en silencio (o tapándote los oídos).
 Se trata de dar reposo a tu sistema nervioso cortando la entrada de 
estímulos a través de los sentidos.
Si no descansamos, la fatiga se va acumulando y el rendimiento va
descendiendo. 

Si tomamos descansos frecuentes podemos realizar mucho más trabajo
e incluso necesitaremos menos tiempo de sueño nocturno. 

Aprende de tu corazón, que realiza un enorme trabajo durante toda 
la vida, sin parar ni de noche, ni días festivos, y lo consigue descansando 
después de cada contracción.

 Los periodos de bombeo sanguíneo solo suman 9 horas diarias, 
mientras que los periodos de descanso suman 15 horas...

Descansa antes de cansarte
(no trabajes seguido
más de hora y media).
Pero sobre todo descansa
cuando te sientas cansado.
Cuanto más intenso sea el trabajo,
antes habrá que descansar.





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