jueves, 25 de junio de 2020

Por qué el distanciamiento social no debería ser la nueva normalidad


Análisis escrito por Dr. Joseph Mercola
Datos comprobados


HISTORIA EN BREVE-

  • Según algunas personas, el distanciamiento social es parte de "la nueva normalidad". Por desgracia, existen muchas pruebas que sugieren que el distanciamiento social y los cierres de emergencia no serán necesarios, y quizás fueron una mala idea desde el inicio
  • La tasa de mortalidad por SARS-CoV-2 nunca tuvo un crecimiento exponencial, lo que sugiere que la mayoría de las personas pueden haber tenido algún tipo de resistencia previa al virus
  • Los datos estadísticos revelan un patrón matemático que se mantiene constante sin importar las medidas que se han tomado. Después de dos semanas de crecimiento exponencial, la curva de crecimiento se convierte en subexponencial
  • Están surgiendo pruebas de resistencia al SARS-CoV-2. Un estudio reciente encontró que entre el 40 % y el 60 % de las personas que no habían estado expuestas al SARS-CoV-2 eran resistentes al virus a nivel de células T. Según los autores, esto sugiere que hay un reconocimiento de células T de reacción cruzada entre los coronavirus del "resfriado común" y el SARS-CoV-2
  • Un estadístico considera que la proporción de personas que no son susceptibles al COVID-19 podría alcanzar un 80 %. Una vez que se implementas las medidas como permanecer en casa al estar enfermo, en este modelo, cualquier beneficio potencial de confinamiento desaparece por completo
Según algunas personas, incluyendo Bill Gates, el distanciamiento social es parte de "la nueva normalidad". Por desgracia, existen muchas pruebas que sugieren que el distanciamiento social y los cierres de emergencia no fueron necesarios, y quizás fueron una mala idea desde el inicio.
Según Michael Levitt, científico ganador del Premio Nobel, la tasa de mortalidad por SARS-CoV-2 nunca tuvo un crecimiento exponencial, lo que sugiere que la mayoría de las personas podrían haber tenido algún tipo de resistencia previa o inmunidad.
Levitt, profesor de biología estructural en la Escuela de Medicina de Stanford, recibió el Premio Nobel en 2013 por desarrollar modelos multiescala para sistemas químicos complejos.
El video está disponible solo en inglés

Sin crecimiento exponencial en la mortalidad

Los datos estadísticos revelan un patrón matemático que se mantiene constante sin importar las medidas que se han tomado. Según lo informado por Freddie Sayers en el video anterior:
"Después de un crecimiento exponencial de casos en dos semanas (y muertes), se produce algún tipo de interrupción y el crecimiento comienza a disminuir. La curva se convierte en "sub-exponencial". Esto puede parecer una distinción técnica, pero sus implicaciones son importantes.
Los escenarios modelados por el Imperial College (entre otros), y que forzaban a los gobiernos de todo el mundo a tomar acciones drásticas, se basaban en el crecimiento exponencial, que con un número R constante superior a 1 y una tasa de mortalidad constante, la mayoría de la población se infectaría y se registraría un gran número de muertes muy rápido.
Pero el profesor Levitt explica que eso no ha sucedido en ningún lado, incluso en países que han sido negligentes en sus respuestas.
Él considera que un cierto grado de inmunidad previa y un gran número de casos asintomáticos son factores importantes. Describe las medidas de cierres de emergencia como "un gran error" y aboga por una política de "cierres inteligentes", enfocada en proteger a las personas mayores".

La cuarentena de las personas sanas era innecesaria

Ahora, está surgiendo evidencia de una resistencia previa al SARS-CoV-2, lo que apoya las sospechas de que la falta de crecimiento exponencial de la mortalidad podría deberse a que una mayoría de la población no es (y no era) susceptible a la enfermedad desde el comienzo.
Un estudio publicado el 14 de mayo de 2020, en la revista Cell, encontró que del 40 % al 60 % de las personas que no habían estado expuestas al SARS-CoV-2 aún eran resistentes al virus en un nivel de células T. Según los autores, esto sugiere que existe un "reconocimiento de células T con reacción cruzada entre los coronavirus del "resfriado común" y el SARS-CoV-2".
Es decir, la exposición a los coronavirus, que causan el resfriado común, parece permitir que el sistema inmunológico reconozca y combata el SARS-CoV-2. Es maravilloso. El profesor Karl Friston, quien es experto en modelos matemáticos, considera que la resistencia o la inmunidad previa podría ser tan alta como de un 80 %. Sayers informa lo siguiente:
"[Friston] inventó la técnica de 'mapeo paramétrico estadístico' para comprender las imágenes cerebrales, y durante los últimos meses ha estado aplicando su método de análisis bayesiano, conocido como 'modelado causal dinámico', a la información disponible sobre el Covid-19.
Sus modelos sugieren que la gran diferencia entre los resultados en el Reino Unido y Alemania, no son las diferentes acciones del gobierno (como el distanciamiento social temprano), sino que se explica mejor por las diferencias intrínsecas entre las poblaciones que hacen que la población susceptible en Alemania sea mucho más pequeña que en el Reino Unido.
Incluso dentro del Reino Unido, las cifras apuntan que la "población susceptible" nunca fue el 100 % sino el 50 %, o posiblemente el 20 %".

El distanciamiento social no debería ser la "nueva normalidad"

Como señaló Sayers, esto siembra dudas sobre el distanciamiento social como una parte inevitable de la "nueva normalidad" después del COVID-19. Además, una vez que se implementan las medidas como quedarse en casa al estar enfermo en este modelo, el efecto del cierre "desaparece", explica Friston.
Según Friston, la razón por la cual Suecia y el Reino Unido, han tenido tasas de mortalidad muy similares a pesar de las diferentes medidas gubernamentales (Suecia no impuso órdenes obligatorias de permanecer en el hogar o cierres de emergencia mientras que el Reino Unido si lo hizo), es porque las personas en Suecia que se sintieron mal permanecieron en casa. Esto es lógico, en especial durante una pandemia.
Cuando Sayer le pide a Friston que comente sobre el modelo de Neil Ferguson del Imperial College que predijo la muerte de 2 millones de personas en los Estados Unidos y 500 000 en el Reino Unido a menos que se implementaran medidas draconianas, respondió que los modelos de Ferguson eran correctos "bajo la calificación de que la población es mucho más pequeña de lo que podemos imaginar".
"Es decir, Ferguson tenía razón en que cerca del 80 % de las personas susceptibles se infectarían, y que entre el 0.5 % y el 1 % morirían, pero se perdió el hecho de que la 'población susceptible' solo era una pequeña parte", escribe Sayer.

El plan de respuesta ha sido un gran fracaso

Aún se desconoce por qué los funcionarios de salud pública persuadieron a los legisladores para que cerraran casi de inmediato negocios y emitieran órdenes de permanecer en casa en lugar de implementar medidas de control de enfermedades que identifiquen, aíslen y traten a las personas enfermas.
Las medidas de cuarentena y aislamiento solo son necesarias para las personas infectadas y no para las personas sanas.
Esta es una pregunta que merece respuesta. Sin embargo, es poco probable que la obtengamos, porque la respuesta revelaría que esta pandemia ha sido un fraude para enriquecer a las corporaciones multinacionales a expensas de todo los demás. Y, si no fuera por los principales medios de comunicación, nunca hubiera funcionado.
En este punto, podemos comprender que se había creado un plan global de manera silenciosa, solo para ser puesto en práctica una vez que surgiera una pandemia real o imaginaria. Bill Gates ha sido un factor clave para coordinar este plan, quien se beneficiará de diferentes maneras, tanto por las vacunas como los avances tecnológicos.
Como señaló el periodista de investigación James Corbett en su Informe Corbett que habla sobre Gates, "cada aspecto de la actual pandemia involucra organizaciones, grupos y personas con conexiones directas con la financiación de Gates".
Esto incluye a la Organización Mundial de la Salud, pero también a los dos grupos de investigación responsables de implementar medidas en el Reino Unido y los Estados Unidos, que es el Equipo de Investigación del Imperial College y el Institute for Health Metrics and Evaluation, así como los Institutos Nacionales de Salud y el Dr. Anthony Fauci de los NIH, que ha estado al frente del equipo de respuesta de la Casa Blanca.
Mientras que el Evento 201 también tuvo lugar, el cual se realizó seis semanas antes de que comenzaran las infecciones. En el que la Fundación Bill y Melinda Gates, el Foro Económico Mundial y el Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud se reunieron para evaluar "el impacto económico y social de la pandemia del coronavirus.
Aunque esto reveló "brechas de preparación masivas", no hemos visto escasez de preparación en términos de planes sobre cómo rastrear la infección y el estado de las vacunas de todas las personas que usan medios electrónicos.
Lo mismo sucede con los planes que necesitan que todas las personas tengan registros de vacunas para trabajar, estudiar, viajar y participar en actividades sociales en el futuro. Escribí sobre esto en el artículo "Planes de la Fundación Rockefeller para monitorearnos". Como señaló Corbett:
"Dado el increíble alcance de la Fundación de Bill y Melinda Gates que tiene en los mercados mundiales de salud, tampoco debería sorprendernos que la fundación haya estado involucrada en cada etapa de la actual crisis pandémica.
En efecto, Gates ha utilizado la riqueza de su dominio del mercado de software para aprovechar una posición similar en el mundo de la salud global. Todo el proceso ha estado envuelto en el manto de la filantropía desinteresada, pero la base no es un esfuerzo caritativo.
En cambio, mantiene una estructura dual, ya que la Fundación de Bill y Melinda Gates distribuye dinero a los beneficiarios, pero el Fideicomiso de la Fundación Bill y Melinda Gates, administra los activos donados.
Estas dos entidades tienen intereses superpuestos y, como se ha observado muchas veces en el pasado, las subvenciones otorgadas por la fundación a menudo benefician el valor de los activos del fideicomiso".

Mafia en el ámbito médico

De hecho, escribí sobre esto en el artículo "Bill Gates: ¿El filántropo más peligroso de la historia moderna?". El periodista canadiense conocido como "Amazing Polly", también detalló cómo los grupos de salud global usan la protección para lograr sus objetivos, todo relacionado con crear riqueza sin proteger o mejorar la salud pública.
En los esquemas de protección de la mafia, las personas pagan una extorsión cuando saben que algo malo puede pasar o va a pasar si no pagan la tarifa. Lo mismo está sucediendo con los gobiernos que podrían haber sido escépticos sobre una pandemia hasta la llegada del COVID-19 y ahora buscan pagar por dicha preparación.
Todo parece como un esquema de crimen organizado. Y para que esto continúe, necesitan que todo coincida con la idea de que nada puede ser igual que antes. Pero, eso es mentira.
A lo largo de esta pandemia, se han rechazado y denigrado las estrategias lógicas de prevención, se han suprimido las estrategias beneficiosas, y se ha censurado a científicos y médicos por hablar sobre terapias alternativas o medicamentos más antiguos y económicos como la hidrocloroquina.
Todo esto sugiere que la salud pública no es la preocupación más importante, sino transferir activos a los más ricos. Muchos se enriquecerán con el programa de vacunación global y sus tecnologías de seguimiento y localización, que estarán relacionadas a las identificaciones y economías digitales.
¡Basta, ya es suficiente! La población mundial necesita conocer el plan, que es un acaparamiento de poder global, y renunciar a él. Hemos permitido que el miedo altere nuestro mundo. No empeoremos las cosas al hacer permanentes dichas medidas. Como señaló Barbara Loe Fisher:
"Algunos de los valores principales, que han dado forma a nuestra historia y definido quiénes somos, han sido juzgados en el 2020 por el miedo a un virus que los médicos dicen que podría estar en el aliento de cada persona y contaminar todo lo que tocamos.
Las medidas de los gobiernos ante la pandemia se han incriminado como una opción entre seguridad y libertad. Los funcionarios de salud pública han persuadido a los legisladores para que dividan a las personas en "esenciales", que se les permite seguir trabajando y "no esenciales", que se les prohibe seguir con sus vidas.
Las pequeñas empresas y los servicios que se consideran "no esenciales" se han visto obligados a dejar de trabajar, mientras todas las personas son libres de ir a los supermercados, farmacias y grandes tiendas como Walmart, Target y Home Depot, que pertenecen a grandes corporaciones. Lo que hemos permitido no tiene precedentes en la historia humana.
El mundo no se detuvo durante la epidemia de la viruela, que era un virus muy contagioso y tenía una tasa de mortalidad del 30 %, y lo mismo sucedió con la tuberculosis, que era una enfermedad contagiosa que se propaga de la misma manera que el coronavirus y tuvo una tasa de letalidad entre el 20 % y el 70 %.
Aún se desconoce por qué la mayoría de las personas tienen miedo ante un virus que no causa síntomas o complicaciones en la mayoría de los niños y adultos menores a los 65 años, y tiene una tasa de mortalidad del 1 %, que es incluso menor si se cuentan todas las infecciones asintomáticas.
Tiene la oportunidad de contactar a sus representantes electos y hacerles saber cómo se siente sobre las libertades civiles y los derechos de consentimiento informado sobre las vacunas. Regístrese en el Portal de Defensa de NVIC para defender las opciones voluntarias sobre las vacunas".

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