jueves, 14 de agosto de 2014

Raw food: Alimentación Viva


Raw Food:
Los beneficios de la alimentación viva

Se trata de un tipo de alimentación basada en alimentos frescos y en estado original, tal como son producidos por la naturaleza. Estos poseen toda la vitalidad nutricional que el hombre necesita para desarrollar su vida. En esta nota de Salud Alternativa, te contamos todo lo que debes saber sobre este tipo de dieta y los cuidados que se deben tomar para adoptarla.
LOS BENEFICIOS DE LA COMIDA CRUDA
• Ayuda a revertir el proceso de envejecimiento, ya que son alimentos con alto contenido de antioxidantes y enzimas, capaces de revitalizar y regenerar el organismo.
• El organismo aprovecha mejor todos los nutrientes de los alimentos: vitaminas, minerales, proteínas, grasas, hidratos de carbono, fibra, enzimas y fitonutrientes, muchos de los cuales se alteran o se destruyen durante los procesos de cocción.
• Mejora el funcionamiento del sistema inmune y de las células, elevando nuestras defensas.
• Es desintoxicante: los alimentos crudos poseen un gran poder depurativo.
• Aumenta la energía, gracias al aporte de hidratos de carbono de rápida asimilación presente en frutas y verduras.
• Evita la constipación, favorece el proceso digestivo y estimula la producción de flora bacteriana benéfica.
• Favorece el funcionamiento del cerebro y la mente.
• Ayuda a mantener el peso, si se acompaña con ejercicio físico regular.
Gae Arlia en Rosario Abril 2011
“La Nutrición viva se concibe como un estilo de vida orgánico donde se considera al Ser Humano como un Ser integrado, capaz de ver la vida como un todo. Bajo esta visión, la nutrición es abordada desde una concepción holística para alcanzar la salud integral. Los alimentos llegan a nosotros para ser utilizados tal cual son ofrecidos por la naturaleza, fortaleciendo la noción de integridad con la vida. Los vegetales continúan crudos, las frutas serán saboreadas tal cual nos las ofrecen los árboles, y las semillas serán germinadas y brotadas. La alimentación viva, va más allá de una manera más saludable de alimentarse, se trata de incorporar una nueva manera de ver y vivir la vida…”
Estas sencillas palabras pronunciadas por la reeducadora nutricional Gae Arlia, gran predicadora de la alimentación viva en Argentina, describen a la perfección la filosofía del Raw Food.
Alimentos vivos, nutrientes puros
Según Hipócrates, el bien-estar de los individuos está fuertemente influenciado por determinados factores ambientales: calidad del aire, del agua y de los alimentos.
La alimentación actual, en la que predominan los alimentos cocidos, embutidos, industrializados, con alto contenido de grasas y azúcares, es una verdadera cuna de bacterias. Una vez en nuestro interior, éstas van transformando todo en toxinas, generando distintas enfermedades.
La alimentación viva, en cambio, es naturalmente baja en calorías y, si está correctamente balanceada, es rica en proteínas, enzimas, grasas poliinsaturadas, aceites esenciales variados, agua estructurada y una gran variedad de minerales. Todos estos elementos conducen a un nuevo equilibrio en la relación del cuerpo con sus combustibles.
En referencia a la riqueza nutricional de la Raw Food, un reconocido médico brasileño, el Dr. Alberto Peribanez González, afirma que “se pueden encontrar todos los aminoácidos esenciales en las plantas y semillas, siempre y cuando sepamos cómo usarlas: un puñado de cereales y leguminosas germinadas son capaces de otorgar todos los aminoácidos esenciales, ya que en la germinación los aminoácidos no esenciales se transforman en aminoácidos esenciales”.
Además, el Dr. Peribanez aclara que 50% de las proteínas de los alimentos se pierden con la cocción en altas temperaturas, y que algo tan simple como ingerir el alimento en estado natural, puede dar lugar a un sin fin de beneficios a nivel fisiológico:
• Desobstrucción de capilares.
• Optimización de la respiración celular.
• Refuerzo del sistema inmunológico.
• Equilibro en la coagulación sanguínea.
• Regulación de los niveles de colesterol.
• Disolución de grasas acumuladas.
• Reparación de cadenas de ADN.
• Eliminación de productos tóxicos.
• Mejoras en la fecundidad, la visión y la audición, así como en las funciones gastrointestinales, renales y respiratorias.
• Cicatrización de heridas y hematomas.
• Mejoras en el sueño y en la predisposición anímica, reforzando el pensamiento feliz y creativo, entre tantos otros beneficios.
Por su parte, El Dr. Gabriel Cousens, uno de los máximos predicadores de la Raw Food en todo el mundo y autor del libro Hay una cura para la diabetes, asegura que en un plan de tres semanas de comidas vivas es posible revertir la expresión genética negativa de ladiabetes y así retornar a un estado de salud y bienestar.
Mucha más energía
A través de una alimentación viva está garantizada la obtención de enzimas esenciales para la perfecta absorción de nutrientes y, además, se preservan nuestras reservas enzimáticas, tantas veces malgastadas por procesos digestivos exigentes, producto de una alimentación rica en harinas, azúcares refinados, carnes, lácteos, productos sintéticos, etc. Estos alimentos demandan mucha actividad a nuestro sistema digestivo, utilizando nuestras reservas energéticas para la digestión. Con una alimentación viva, en cambio, nuestra digestión no va a requerir demasiado trabajo. Por lo tanto, gozaremos de mucha más energía para el desarrollo de nuestras actividades tanto físicas, como mentales y espirituales.
Agua biológica para nuestro cuerpo
Es importante destacar que el agua que contienen las frutas y verduras orgánicas y crudas es un agua biológica que contiene enzimas activas, minerales, elementos nutracéuticos y bacterias benéficas. Se la denomina “agua estructurada” y está íntimamente relacionada con el agua estructurada del interior de las células humanas. Todas nuestras aguas internas son coloidales, biológicas y estructuradas. A mayor cantidad de agua estructurada en nuestras células, mayor salud va a haber en nuestros sistemas biológicos. De hecho, existen estudios donde se comprueba que las células con cáncer presentan una cantidad de agua estructurada intracelular muy inferior que las células sanas.
Cuáles son los permitidos
En la alimentación viva se consumen:
• Hortalizas y frutas frescas.
• Frutas secas activadas (previamente hidratadas con agua pura para activar sus enzimas y nutrientes).
• Semillas, cereales y leguminosas germinadas o brotadas.
• Hongos.
• Algas marinas.
• Aceites vegetales puros (de primera presión a frío).
• Variedades de condimentos y especias.
En todos los casos se utilizan ingredientes completamente orgánicos, garantizando así la máxima pureza de los alimentos, sin ningún tipo de fertilizante, transgénico o sustancia química que puedan haber sido incorporadas al alimento para su producción masiva.
Importante: Una posible carencia en este tipo de alimentación es la de Vitamina B12, por lo cual se recomienda la ingesta de algas marinas, en especial de espirulina y chlorella. Pero la buena asimilación va a depender de cada organismo, por tanto habrá que prestar atención y realizar exámenes de consulta periódicos.
¿Cómo practicar el Raw Food en casa?
El kit de la comida viva: En primer lugar, serán necesarios algunos utensilios básicos, por ejemplo una licuadora. En el comienzo se puede usar cualquier licuadora, pero para quien realmente decida adoptar este tipo de alimentación será necesario conseguir aparatos con mayor potencia. También hay preparaciones en las que utilizan procesadores, ralladores, cuchillos afilados, etc. Lo más importante es no oxidar demasiado los alimentos durante su elaboración.
La importancia de la germinación: Los alimentos germinados pueden utilizarse en todo tipo de preparaciones, incluso en jugos desintoxicantes. Para ello, se necesitan frascos de vidrio, gasas limpias, banditas elásticas, bandejas plásticas, así como cuidar muchísimo la higiene de los utensilios y de los espacios donde se realizará.
Sí a la deshidratación: En la comida viva se pueden realizar alimentos crocantes a través de la deshidratación, como panes, galletas, bases para tartas, entre otros. Si bien existen deshidratadores eléctricos, también se puede hacerlo con el sol o con el horno convencional, precalentándolo, apagándolo y colocando en el interior el alimento a deshidratar.
No más de 40°: Otra opción para aplicar temperatura a los alimentos es a través del entibiado. Por ejemplo, para la realización de sopas, salsas, cazuelas, se entibia el alimento sin superar jamás los 40°. Lo ideal es entre 36 y 37°, que es la temperatura normal del cuerpo, en la cual las vitaminas se mantienen intactas y las enzimas también. Es importante la utilización de cacerolas de materiales nobles, como las de piedra, cerámica, vidrio, acero inoxidable;  y evitar el aluminio y teflón.
Lácteos vegetales: En el raw food se sustituyen los lácteos de origen animal por leches y quesos realizados con frutas secas y semillas oleaginosas. Además, con ellos se pueden realizar todo tipo de preparaciones: licuados, postres, mousses, cremas, patés.
Atención a los tiempos de conservación: Aquellos alimentos ya preparados no podrán exponerse demasiado tiempo al aire y la temperatura ambiente, y mucho menos si es un alimento entibiado como sopas, ensaladas, cazuelas, en las que se han cortado o licuado los vegetales, que comienzan a oxidarse. No hay mucho riesgo en los deshidratados, siempre y cuando hayan sido realizados correctamente. Tampoco con las leches y quesos vegetales, que se pueden conservar en la heladera por 3 ó 4 días.
RECETARIO VIVO
Se podría decir que el Raw Food es una nueva tendencia en la gastronomía. Los sabores que propone son intensos y acentuados, los colores variados, la frescura constante. En definitiva, un verdadero festival de sensaciones y salud que podemos elaborar con nuestras propias manos.
Leche de frutas secas
Para elaborarla, se recomiendan las almendras y castañas de Pará, ambas de sabor suave y textura cremosa.
1. Lavar bien las frutas secas y colocarlas en remojo por un mínimo de 5 horas y un máximo de 12.
2. Escurrir bien el agua y descartarla. En el caso de las almendras, es mejor quitarles la piel marrón.
3. Colocar en una licuadora las frutas secas y el agua, respetando la proporción de: 1 taza de frutas secas, 3 tazas de agua mineral.
4. Licuar muy bien y luego exprimir con una malla. Es preferible usar una de material sintético, porque son más fáciles de higienizar.
5. Exprimir muy bien el licuado y tratar de obtener la mayor cantidad de leche.
6. No desechar la pulpa, ya que puede utilizarse en otras preparaciones.
Recomendaciones:
Tanto la leche obtenida como la pulpa se pueden utilizar como base para todo tipo de preparaciones. Por ejemplo:
• Batido de frutas secas, banana y especias: Licuar bien la leche obtenida con 4 bananas, 1 cucharadita de miel de arroz (o stevia, o azúcar mascavo), canela molida, cardamomo molido y cacao en polvo. Se recomienda beber en el momento.
• Canapés vivos: Armar una ricota condimentando la pulpa con sal marina (podría ser sal de Himalaya, que posee alto contenido de minerales y pureza) o shoyu orgánico, orégano, cúrcuma, nuez moscada, etc. Aparte, cortar rodajitas de zanahorias y zuchinnis y disponer por encima la ricota.
Sopa de Calabaza
Ingredientes (4 porciones)
• 1 calabaza mediana
• 3 ramitas de apio
• 1 diente de ajo
• 1 puerro (parte blanca)
• 1 cucharada sopera de Shoyu
• 1 cucharada sopera de Miso
• 3 cucharadas soperas de aceite de oliva
• 1 cm de jengibre fresco
• 4 tazas de agua mineral 4 tazas
• Especias y condimentos, a gusto (cúrcuma, comino, nuez moscada, pimienta negra).
• Hierbas frescas a gusto (cilantro, perejil, cebollín)
Preparación
1. Cortar los vegetales y colocarlos en una licuadora, junto con los condimentos y el agua. Si los ingredientes exceden la capacidad del vaso, hacer el licuado en 2 veces.
2. Licuar muy bien.
3. Colocar en una cacerola sobre fuego bajo y entibiar levemente. El mejor indicador es que al colocar el dedo no queme.
4. Servir con hierbas frescas y triangulitos de alga nori.
Sugerencia
• Para obtener una consistencia más cremosa se puede reemplazar 1 taza de agua por 1 taza de leche vegetal.
Cazuela de Vegetales (4 porciones)
Ingredientes:
• 3 zanahorias
• 3 remolachas
• 3 zuchinis
• 2 cebollas de verdeo
• 200 gde hongos frescos
• 1 cm de jengibre fresco
• 1 cucharada de Shoyu
• 1 cucharada de Sal de Himalaya o Marina
• 1/4 taza de algas wakame
• 1/2 taza de semillas de girasol germinadas
• Hierbas frescas (romero, tomillo, perejil)
• Especias y condimentos a gusto (cúrcuma, garam masala, pimienta negra)
• 2 cucharadas de aceite de oliva extra virgen
• 1 cucharada de aceite de lino puro
• 1/2 limón
Preparación:
1. Rallar, con el lado grueso del rallador, las zanahorias, las remolachas y los zuchinnis. Cortar en aros la cebolla de verdeo y en láminas los hongos. Rallar fino el jengibre.
2. Mezclar todo con las algas, previamente hidratadas.
3. Condimentar con sal, shoyu y limón. Incorporar las especias y condimentos deseados.
4. Agregar los aceites y, con las manos limpias, presionar bien la mezcla, tratando de exprimir lo máximo posible de jugo.
5. Mezclar las semillas de girasol germinadas y servir con finas hierbas.
Sugerencias
• Las algas wakame se pueden reemplazar por cualquier tipo de alga marina, ej: noris cortadas en finas tiras, kombu, hizikis, etc.
• Para germinar las semillas de girasol, colocarlas en remojo por 12 horas, descartar el agua y diponer en un frasco de vidrio, con una gasa atada a la tapa. Colocar el frasco inclinado, para evitar que quede agua retenida y proliferen bacterias. Humedecer las semillas cada 8 horas y descartar siempre el exceso de agua. Una vez que aparezca una puntita blanca en la semilla, el proceso de germinación ha comenzado. Si se deja por más tiempo se dará lugar al brote. No exponer a mucha luz ni calor.
Asesoramiento: María Constanza Bertola De Antoni, Cheff Especialista en Nutrición Natural
Publicado por:
Gloria de los Ángeles Espíndola
www.unmundodebrotes.com

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