lunes, 6 de octubre de 2014

Garbanzos al Horno

Receta extraída del blog: www.masalladelgluten .com 




Libre de gluten

Libre de lácteos

Libre de azúcar

Permitido en la Dieta GFCFSF

Receta Vegana


Algo para picar. Quedan deliciosos. Recomiendo consumirlos recién hechos cuando todavía están crujientes.


INGREDIENTES:

- garbanzos cocidos

- aceite de coco derretido (o aceite de oliva)

- levadura nutricional

- paprika

- ajo en polvo

- sal

 (opcional)

PASOS:


1. Remojar los garbanzos por 8 horas, juagarlos y cocinar hasta que queden blandos.


2. Colarlos y dejar que se enfríen y sequen un poco.


3. Precalentar el horno a 375°F (190°C).


4. Mezclar en una tacita el aceite con los condimentos (sal, levadura nutricional, paprika, ajo en polvo).


5. Untar los garbanzos con esta mezcla, masajearlos con las manos para que estén bien cubiertas.




6. Hornearlos hasta que queden dorados y crujientes. Se demora más o menos 45 minutos y es bueno revolverlos después de unos 20 minutos. Consumir inmediatamente.




“Pan” deshidratado

“Pan” deshidratado por martina ferrer

“Pan” deshidratado por Martina del blog www.martinatural.wordpress.com,


























Ingredientes ecológicos
- 1 calabacín semi pelado cortado a dados
- 1 manzana pelada y rallada
- 1 zanahoria pelada y rallada
- 1 cebolla a medias lunas
- 2 dientes de ajo pelados y machacados
- ½ nabo negro pelado y rallado
- cominos molidos
- cúrcuma y pimienta negra recién molida
- 100g de harina de almendra
- 50g de sésamo blanco integral ligeramente tostado y triturado
- 50g de sésamo negro triturado
- 130g de lino molido
- vinagre de umeboshi
- 100ml de aceite de oliva virgen extra de primera presión en frío

Preparación

- En un bol poner el calabacín y la manzana, triturar con el minipimer.
- Seguidamente poner la cebolla y los ajos. Triturar.
- A continuación el nabo y la zanahoria. Veréis que queda una masa 
bastante húmeda.
- Luego poner la harina de almendra, el sésamo blanco y el negro, y otra 
vez triturar.
- Añadir el vinagre, el aceite, los cominos, la cúrcuma y la pimienta. 
Se pueden echar hierbas aromáticas. Mezclar con una cuchara de madera
 y poner el lino triturado. Seguir mezclando toda la masa para que se 
amalgame bien. Cogerá consistencia y se ligará. 
- Con una espátula repartir la preparación en las bandejas para ir a
 la deshidratadora. No hacer una capa muy fina, por que al deshidratarse 
pierde agua y puede quedar demasiado fino, ni hacer una capa muy gruesa 
para no estar deshidratando demasiado tiempo. Usar las hojas teflex para
 evitar que se pegue la masa cuando tengamos que darle la vuelta. Con esta
 cantidad de ingredientes llenareis 4 bandejas. 
- Poner en la deshidratadora a 52ºC la primera hora y media. Luego bajar la 
temperatura a 42ºC y deshidratar durante 6 horas. 
- Pasado este tiempo, con cuidado girar la masa. Como ya tendrá un poco 
de textura no resultará difícil. Seguir deshidratando a 42ºC 6 horas más o 
hasta que veáis que está hecho pero blandito. Si quedan zonas húmedas, 
deshidratar un ratito más. 
- Un vez seco, se puede cortar con unas tijeras y en función de para qué 
lo queráis se pueden hacer trozos más grandes o más pequeños. Más 
grandes servirán para hacer un sándwich y más pequeños pueden servir 
para hacer montaditos como el que se ve en la foto, con aguacate y 
germinados de rábanito y con mostaza fina y germinados de brócoli. 
- Para guardar, ponerlo en un “tupper” de cristal y en la nevera. Aunque
 no creo que se os estropee ya que es buenísimo. ;)

Alimentos que podrían prevenir el cáncer (y otras enfermedades)



Hace unos días la periodista de SModa de El País escribía un reportaje sobre cáncer y alimentación que quiero compartir con vosotros
Fuente SModa


La OMS establece que un tercio de los casos podrían prevenirse.
 Hablamos con la doctora Odile Fernández, que publica nuevo libro,
 sobre la relación de la enfermedad con la comida.

La Organización Mundial de la Salud establece que un tercio de los casos de cáncer podrían prevenirse. Según la OMS, una dieta equilibrada con mucha presencia de frutas y verduras reduce el riesgo de contraer algunos tipos de la enfermedad. De la fusión de la cocina tradicional japonesa, la mediterránea y la india surgen las recetas que la médica de familia y superviviente de cáncer Odile Fernández reúne en su último libro Mis recetas de cocina anticáncer. Se trata de platos “cargados de nutrientes y fitoquímicos anticáncer”, señala, que ella misma cocina en casa: desde col rellena de setas a crepes de espelta; pastelitos de coco, zanahoria y calabacín; morcilla vegana o gominolas de mora.

Dejémoslo claro desde el principio: son recomendaciones saludables para toda la familia, no son una dieta milagro, ni tampoco garantizan que no vayamos a contraer esa u otras enfermedades. “Ni siguiéndola nos aseguramos de que no lo vamos a padecer”, dice la doctora, “aunque sí nos ayudará a cocinar más sano, experimentar con alimentos y contribuir a la prevención no sólo del  cáncer sino también de la obesidad, diabetes o enfermedades cardiovasculares”.

Fernández, de 35 años, superó un cáncer de ovarios cuando los oncólogos estimaban que sólo tenía el 5 por ciento de posibilidades de curación y, contra todo pronóstico, quedó embarazada de un bebé, su segundo hijo, que ahora tiene 14 meses. Como tantos otros enfermos, ya embarcada en un tratamiento de quimioterapia preguntó a los oncólogos qué comer y qué medidas tomar para combatir por su cuenta la enfermedad. De su negativa a aceptar la respuesta del equipo que le atendía –"no hagas nada y come todo lo que te apetezca", vinieron a decir– nació su primer libro, Mis recetas anticáncer, del que se han vendido 50.000 ejemplares en 11 ediciones.

“La evidencia científica está ahí”, sostiene Fernández, que acompañó su primer libro de una extensa bibliografía, con cientos de referencias a investigaciones recientes. “El cáncer es una enfermedad que en cierta medida y en algunos casos se puede prevenir, y cada día aparecen nuevos estudios que hablan del poder de la alimentación durante el tratamiento del cáncer”. No sólo es importante estar bien nutrido para que el tratamiento sea efectivo, señala, la alimentación ayuda a tolerar los efectos secundarios y potenciar los tratamientos. “En los hospitales más prestigiosos de EEUU ofrecen el servicio de asesoramiento a la nutrición a los pacientes oncológicos”, señala Fernández.

La autora aboga por recuperar la dieta mediterránea tradicional, que poco tiene que ver con la que seguimos en este país. “Estamos en el mediterráneo, pero no hacemos una dieta mediterránea, que supondría consumir menos carne roja a favor del pescado, legumbres integrales, aromáticas, frutos secos…”. En esta sociedad donde es tan fácil recurrir a la comida preparada, dice Fernández, es la industria alimentaria la que marca las pautas de nuestra alimentación. “Lo hace presentando la comida de forma atractiva, prometiéndote una comida sana pero que tras la etiqueta esconde azúcares, aditivos o grasas oxigenadas”.

La dieta Okinawa, una isla situada al sur de Japón donde viven los habitantes más longevos del planeta, basa la alimentación en vegetales frescos, algas, arroz, semillas, pescado azul crudo, productos fermentados de la soja y determinadas setas, un ingrediente estrella ya que, según Fernández, permite que la quimioterapia se tolere mejor, razón por la cual algunos oncólogos lo utilizan como suplemento alimentario en Japón. La carne y la leche brillan por su ausencia.

El tercer pilar es la cocina india. Este es el país asiático con menor tasa de cáncer. Gran parte de la población es vegetariana, y el consumo de carne es reducido. Se come arroz casi a diario junto con abundantes legumbres. Entre todas las especias destaca la cúrcuma, “la especia anticáncer por excelencia”.

“Si atendemos a la clara relación que hay entre lo que comemos y cómo enfermamos”, resume la médica, “y tomamos conciencia de lo importante que es el acto de comer y preparar nuestras comidas para mantener nuestra salud, podremos realizar la transición hacia este nuevo estilo de vida con decisión”.

Por dónde empezar:

– Abandonar los alimentos precocinados, azucarados y refinados, así como las grasas trans y las saturadas (margarina, carne grasa, aceites refinados).

– Reducir los lácteos, las carnes rojas y los embutidos.

– Introducir abundantes verduras y frutas.

– Dar prioridad a los cereales integrales y las legumbres en forma de guisos y potajes.

– Reducir al máximo las frituras y las barbacoas. Empezar a cocinar a fuego lento y al vapor.

– Sustituir la bollería y la pastelería industrial por platos dulces preparados en casa con harinas integrales, grasas saludables y sin utilizar azúcar.

– Las técnicas de procesamiento de los alimentos son muy importantes. Es recomendable utilizar métodos de cocción suaves; cocinar a fuego lento y al vapor y dar prioridad a los alimentos crudos y vivos. Descartar el teflón y los plásticos.

– 10 alimentos favoritos: cúrcuma, semilla de lino, tomate, frutos rojos, uva negra, brócoli, coliflor, aceite de oliva, té verde, cítricos.


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