lunes, 26 de junio de 2017

Cómo la Depresión Afecta la Estructura Cerebral


Historia en Breve

  • Los episodios depresivos recurrentes reducen el tamaño del hipocampo, un área del cerebro que está involucrada en la formación de las emociones y la memoria. Un hipocampo más pequeño equivale a una pérdida en las funciones emocionales y de comportamiento
  • La inflamación crónica puede ser el factor de riesgo más importante de la depresión y, prácticamente todos los tratamientos efectivos para la depresión, también tratan la inflamación
  • Las estrategias clave para tratarla son: cambiar los alimentos procesados por alimentos reales, con un énfasis en los alimentos procesados para optimizar la flora intestinal, ejercicio y optimizar la vitamina D, por medio de una exposición adecuada al sol

Por el Dr. Mercola
El hecho de que la depresión puede dañar la salud física es bastante reconocido e investigaciones recientes encontraron que también puede ocasionar cambios en el cerebro.
Específicamente, los episodios depresivos recurrentes pueden reducir el tamaño del hipocampo - un área del cerebro involucrada en la formación de las emociones y la memoria - por lo que es muy importante una intervención temprana, especialmente en los adolescentes.
La memoria no sólo se limita a recordar fechas y contraseñas; también juega un papel importante en el desarrollo y mantenimiento del sentido de uno mismo.
Cuando se encoge el hipocampo, no sólo se ve afectada la capacidad de memorizar, sino que también se alteran los comportamientos relacionados con el sentido de uno mismo y, un hipocampo más pequeño equivale a una pérdida general de las funciones emocionales y del comportamiento.
La buena noticia es que probablemente el daño es reversible, pero para lograrlo, se tiene que hacer algo.

La Depresión Crónica Puede Dañar el Cerebro

Con la información de las resonancias magnéticas de casi 8,930 personas alrededor del mundo, un grupo internacional de investigadores encontró que aquellas personas que padecían episodios recurrentes de depresión también tenían un hipocampo más pequeño.1,2,3
Esto fue así con cerca del 65 por ciento de los participantes con depresión.  Aquellas personas que experimentaban su primer episodio depresivo no mostraron evidencia de encogimiento, lo que sugiere que es la recurrencia repetitiva la que ocasiona que el hipocampo se contraiga.
Aquellas personas que mostraron un encogimiento del hipocampo también reportaron haber comenzado a padecer depresión a una edad más temprana que las demás, generalmente antes de los 21 años.
Estudios previos han notado que las personas deprimidas tienden a tener un hipocampo más pequeño, pero no se sabía si éste era un factor de predisposición, o el resultado de una enfermedad.
Este estudio nos da la respuesta: la depresión viene primero; le sigue el daño cerebral.  De acuerdo con el Profesor Ian Hickie, co-autor del estudio:4
"Mientras más episodios de depresión haya tenido una persona, se reducirá más el tamaño del hipocampo. Así que la depresión recurrente o persistente daña más al hipocampo mientras se deje más tiempo sin tratar.
Esto genera  la pregunta sobre qué es primero: ¿un hipocampo más pequeño o la depresión? El daño cerebral es ocasionado por una enfermedad recurrente.
Otros estudios han demostrado que es reversible y, el hipocampo es una de las únicas áreas del cerebro que genera rápidamente nuevas conexiones entre las células y, lo que se ha perdido en esta situación son las conexiones entre las células y no las células mismas.
Tratar la depresión de manera efectiva no sólo significa una dosis de medicamentos. Por ejemplo, si se encuentra desempleado y, se sienta en un cuarto sin hacer nada productivo, esto podría ocasionar que el hipocampo se encoja. Así que las intervenciones sociales son igualmente importantes y también se cree que los tratamientos, como los aceites de pescado, protegen las neuronas".

Las Raíces Inflamatorias de la Depresión

Al contrario de la creencia popular, probablemente la depresión no es causada por un desequilibrio de las sustancias químicas en el cerebro; sin embargo, hay una variedad de factores biológicos que parecen ser bastante significativos. Uno de ellos es la inflamación crónica.5
Los científicos también han descubierto que algunos factores pueden impactar de forma adversa la salud mental; como la deficiencia de vitamina D o una flora intestinal desequilibrada – casualmente, ambos tienen un papel en la regulación de la inflamación, lo cual, en realidad, de eso es lo que se trata el remedio para la depresión.
Como se mencionó en el artículo de la Dra. Kelly Brogan, lós síntomas de la depresión pueden ser efectos secundarios de la inflamación.
"La fuente misma puede ser tratada de forma singular o múltiple, como el estrés, exposición alimentaria y a tóxicos e infecciones… La inflamación parece determinar de forma muy relevante los síntomas depresivos, como un estado de ánimo monótono, pensamiento lento, evasión, alteración en la percepción y cambios metabólicos", escribe.6
Algunos marcadores biológicos, como la citoquina en la sangre y los mensajeros de la inflamación, como CRP, IL-1, IL-6 y TNF-alpha, parecen prometedores como nuevas herramientas de diagnóstico potenciales, ya que son "predictivas7 y casi correlativas8" con la depresión.
Por ejemplo, investigadores han descubierto que la depresión melancólica, el trastorno bipolar y la depresión postparto están relacionados con altos niveles de citoquinas en combinación con una baja sensibilidad al cortisol (el cortisol es una hormona del estrés y un amortiguador contra la inflamación).9
Como explica la Dra. Brogan:
"Una vez que se han disparado en el cuerpo, estas sustancias inflamatorias transfieren información al sistema nervioso, generalmente a través de la estimulación de los nervios principales, como el vago, que conecta10 el intestino con el cerebro.
Unas células especializadas, llamadas microglía, representan el núcleo inmune del cerebro y se activan en los estados de inflamación.
En la microglía activada, una enzima llamada IDO (indoleamina 2 3-dioxigenasa) ha mostrado11 alejar al triptófano de la producción de serotonina y melatonina y hacia la producción de un agonista de NMDA, llamado ácido quinolínico que podría ser el responsable de los síntomas de ansiedad y agitación.
Estos son algunos de los cambios que pueden conspirar para dejar que el cerebro entre a lo que el cuerpo sabe que está mal".

El Azúcar Es Uno de los Ingredientes Más Inflamatorios en Su Alimentación

Es prácticamente imposible tratar la inflamación sin tomar en cuenta el papel del azúcar, que se encuentra en grandes cantidades en la mayoría de los alimentos procesados.
Además de promover la inflamación crónica, el consumo de azúcar refinada también puede ejercer un efecto tóxico al contribuir a la resistencia a la insulina y a la leptina y, al dañar la señalización, lo cual juega un papel importante en la salud mental.
El azúcar también suprime la actividad de la una hormona principal del crecimiento, llamada BDNF (factor neurotrófico derivado del cerebro), el cual promueve la salud de las neuronas. Los niveles de BDNF son críticamente bajos tanto en la depresión como en la esquizofrenia, lo cual sugiere que en los modelos animales, en realidad, podría ser la causa.
En el 2004, Malcolm Peet, investigador psiquiátrico británico, publicó un provocativo análisis intercultural acerca de la relación entre la alimentación y las enfermedades mentales.12 Su primer descubrimiento fue una fuerte conexión entre el consumo de azúcar y el riesgo a la depresión y esquizofrenia.
Otro estudio13 publicado en el 2007 encontró que la inflamación puede ser más que sólo un factor de riesgo de la depresión. De hecho, podría ser el factor de riesgo que sustenta a todos los otros. De acuerdo con los investigadores:
"El viejo paradigma describía a la inflamación como sólo uno de los muchos factores de riesgo de la depresión. El nuevo paradigma está basado en investigaciones más recientes que indican que los factores estresantes físicos y psicológicos incrementan la inflamación.
Estos recientes estudios constituyen un importante cambio en el paradigma de la depresión: La inflamación no es sólo un factor de riesgo; es el factor de riesgo que sustenta a todos los demás.
Además, la inflamación explica por qué los factores de riesgo psicosocial, físico y de comportamiento incrementan el riesgo a padecer depresión. Esto es cierto para la depresión en general y la depresión postparto, en particular".

Consumir Alimentos Reales Puede Ser un Tratamiento Exitoso para la Depresión

La evidencia indica claramente que la alimentación juega un papel básico en la salud mental, ya sea para bien o para mal. Así que si tiene problemas de depresión, cambios de ánimo o siente que comienza a entristecerse, le recomiendo firmemente que observe lo que está comiendo. La clave es consumir alimentos reales, idealmente orgánicos (para evitar la exposición a los químicos) y cultivados localmente (para su máxima frescura).
También asegúrese de consumir suficientes alimentos cultivados y fermentados tradicionalmente, los cuales ayudan a nutrir a las bacterias benéficas del intestino. Algunos buenos ejemplos son los vegetales fermentados de todo tipo, como el chucrut y kimchi, kombucha (una bebida fermentada), así como alimentos prebióticos ricos en fibra como la jícama (un nabo mexicano).
Optimizar la flora intestinal parece ser absolutamente crucial para la buena salud mental, lo cual es comprensible si se considera que las bacterias intestinales fabrican neuroquímicos como la dopamina y la serotonina, además de vitaminas que son importantes para la salud cerebral. De hecho, tenemos una mayor concentración de serotonina en el intestino que en el cerebro.
Le recomiendo evitar todo tipo de alimentos procesados, incluso los que tienen certificación orgánica, ya que los alimentos procesados ya no están "vivos". Lo que debe buscar son los alimentos enteros no adulterados, con los cuales puede preparar sus platillos desde cero (o puede comerlos crudos). Los alimentos procesados simplemente están cargados de ingredientes que se sabe afectan a la flora intestinal y promueven la inflamación y, por lo tanto, desencadenan la depresión. Estos son:
 Azúcar añadida y jarabe de maíz de alta fructuosa
Ingredientes transgénicos (GE) (principalmente maíz, soya y  remolacha azucarera), los cuales, además de sus riesgos a la salud desconocidos, también tienden a estar altamente contaminados con glifosato - un cancerígeno de clase 2A, que además puede dañar el microbioma intestinal y ha sido relacionado a la resistencia a los antibióticos. La mayoría del trigo convencional (no transgénico) también es tratado con glifosato tóxico antes de la cosecha.
Al alterar el balance de la flora intestinal, los pesticidas y herbicidas también interrumpen la producción de aminoácidos esenciales, como el triptófano, un precursor de la serotonina y, promueven la producción de p-cresol, un compuesto que interfiere con el metabolismo de los químicos ambientales y, por lo tanto, incrementa la vulnerabilidad a sus efectos tóxicos.
 Los endulzantes artificiales, en conjunto con miles de aditivos alimenticios, cuya seguridad no ha sido probada en la mayoría de ellos
 Los químicos en los empaques de los alimentos, como bisfenol-A (BPA), bisfenol-S (BPS) y ftalatos, pueden migrar a los alimentos

El Ejercicio Combate Efectivamente la Depresión y Ayuda a Reconstruir el Hipocampo

Investigaciones recientes muestran una clara relación entre la inactividad y la depresión. Se encontró que las mujeres que pasaron sentadas más de siete horas al día  tuvieron un riesgo 47 por ciento mayor a padecer depresión, en comparación con aquellas que permanecieron sentadas cuatro horas o menos al día.
Aquellas que no participaron en ninguna actividad física en absoluto, tuvieron un riesgo 99 por ciento más alto de desarrollar depresión, en comparación con las mujeres que sí hicieron ejercicio. Ciertamente, el ejercicio es quizá uno de los tratamientos más efectivos y, muy poco utilizados para la depresión. Estudios han mostrado que su efectividad sobrepasa generalmente la de los medicamentos antidepresivos.
Una de las formas en las que el ejercicio promueve la salud mental, es al normalizar la resistencia a la insulina, al estimular las hormonas naturales "para sentirse bien" y los neurotransmisores relacionados con el control del estado de ánimo, como las endorfinas, serotonina, dopamina, glutamato y GABA.
También ayuda a eliminar los químicos del estrés del cuerpo, los cuales pueden ocasionar depresión y, mientras que la depresión también encoge el hipocampo, el ejercicio ha mostrado incrementar el volumen de la materia gris en la región del hipocampo del cerebro. También promueve la neurogénesis, es decir, la habilidad del cerebro a adaptarse y a desarrollar nuevas neuronas.
Mientras que el azúcar suprime el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF) y, por lo tanto aumenta el riesgo a padecer depresión, el ejercicio lo estimula. El ejercicio inicialmente estimula la producción de una proteína llamada FNDC5, la cual a su vez dispara la producción de BDNF. El BDNF es un rejuvenecedor notable en varios aspectos. En el cerebro, no sólo conserva las neuronas existentes, sino que también activa las células madre cerebrales para generar nuevas neuronas y, hace que el cerebro crezca de forma efectiva.
Una investigación14 que confirma lo anterior es el estudio realizado por el Dr. Kirk Erickson, en el que los adultos mayores entre 60 y 80 años que caminaron entre 30 y 45 minutos, tres días a la semana durante un año, incrementaron el volumen de su hipocampo en un dos por ciento.

La Meditación También Altera al Cerebro de Forma Benéfica

La meditación es otra herramienta poco utilizada que optimiza la salud mental. No sólo es útil para aliviar el estrés y lograr una mayor conciencia de uno mismo (si no una perspectiva más espiritual de los altibajos de la vida), sino que también ha demostrado alterar las estructuras del cerebro en un sentido positivo. Como reportó Forbes:15
"La práctica parece tener una increíble variedad de beneficios neurológicos – desde cambios en el volumen de la materia gris, a la reducción de la actividad de referencia personal del cerebro para una mejor conexión entre sus regiones.
Por supuesto, las personas escépticas podrían preguntar: ¿de qué sirven unos pocos cambios en el cerebro si no se ilustran simultáneamente los efectos psicológicos? Afortunadamente, también hay buenas evidencias de éstos, con estudios que reportan que la meditación ayuda a aliviar los niveles subjetivos de ansiedad y depresión y mejora la atención, concentración y el bienestar general psicológico".
En cuanto a la depresión, específicamente, un meta análisis16 del 2014 de 47 estudios concluyó que la meditación consciente puede ser útil. Mientras que el tamaño del efecto17 general fue "moderado" con un 0.3, Forbes apunta legalmente que éste es idéntico al tamaño del efecto de los antidepresivos, que también fue de 0.3 y, es la solución que se debe buscar en la mayoría de los casos de depresión.
Como el ejercicio, la meditación consciente también ha mostrado incrementar el grosor cortical del hipocampo y de las áreas del cerebro involucradas en la regulación de las emociones y los procesos de pensamiento de referencia personal.18
También se ha notado el encogimiento de la amigdala. En este caso, la disminución del volumen de células en un centro cerebral puede ser una bendición, ya que la amígdala controla la percepción subjetiva del miedo, ansiedad y estrés.
Las personas que sufren trastornos de ansiedad tienden a producir demasiada serotonina en la amígdala, por lo que los medicamentos que estimulan la producción de serotonina, como los SSRI, pueden empeorar la depresión y la ansiedad en algunas personas. Estudios previos también han revelado que la elevada actividad nerviosa en la amígdala es parte del mecanismo subyacente que produce la ansiedad. Básicamente, aquellas personas con trastornos de ansiedad tienen un centro del miedo extremadamente activo y la meditación puede ayudar a disminuir esta actividad excesiva.

Estrategias Clave para Superar la Depresión

Dos estrategias clave para superar la depresión ya fueron mencionadas en este artículo: la alimentación (cambiar los alimentos procesados por alimentos reales, con un énfasis en los productos fermentados para optimizar la flora intestinal) y el ejercicio.
Optimizar el nivel de vitamina D, al obtener una exposición al sol adecuada (o tomar un suplemento de vitamina D3 con vitamina K2) es otra estrategia clave que no debe ignorar. En un estudio previo, las personas con los menores niveles de vitamina D fueron 11 veces más propensas  de padecer depresión que aquellas con niveles normales.
Si consideramos el hecho de que la deficiencia de vitamina D es generalmente la norma, más que la excepción y, que se ha visto implicada tanto en trastornos psiquiátricos como neurológicos, revisar sus niveles de vitamina D y tratar cualquier deficiencia es un paso crucial.
No dudo en lo más mínimo que, si no se trata la raíz de la depresión, podría trastabillar y batallar con curitas inefectivos y potencialmente tóxicos durante mucho tiempo. Su alimentación ciertamente juega un papel muy importante en la salud mental, así que afronte el impacto que los alimentos procesados podrían tener.
También asegúrese de apoyar la función cerebral óptima con grasas esenciales. Esto es, grasas saturadas saludables como aguacate, mantequilla hecha con leche de vacas orgánicas y de pastoreo, lácteos sin procesar, yemas de huevo de gallinas orgánicas y de pastoreo, coco y aceite de coco, aceites sin calentar de frutos secos orgánicos, frutos secos crudos y carne de animales de pastoreo. También recomiendo suplementar su alimentación con grasa omega-3 de alta calidad y de origen animal, como el aceite de kril. Este puede ser el nutriente más importante para combatir la depresión.
Y, por último, pero no por ello menos importante, agregue a su plan algunas estrategias efectivas para disminuir el estrés. Básicamente, la depresión es un signo de que su cuerpo y su vida están desequilibrados. Una forma de regresar el equilibrio a su vida es tratar el estrés. Como se dijo anteriormente, la meditación puede ser útil. Cuando el clima lo permita, salga a caminar.
Pero, además de esto, le recomiendo utilizar un sistema que puede ayudarle a tratar los problemas emocionales, sobre los cuales podría no estar consciente.
Para esto, mi técnica favorita es la Técnica de Liberación Emocional (EFT). Investigaciones recientes han demostrado que la EFT incrementa significativamente las emociones positivas, como la esperanza y el gozo y, reduce los estados emocionales negativos.  La EFT es particularmente poderosa para tratar el estés y la ansiedad, ya que se enfoca específicamente en la amígdala y el hipocampo, que son partes del cerebro que lo ayudan a decidir si algo es una amenaza o no.19,20
Aunque usted puede aprender las bases de la EFT por sí mismo, si tiene un problema mental serio o depresión, le recomiendo ampliamente consultar a un practicante de EFT calificado21. Para un problema serio o complejo necesita a un profesional de la salud calificado que esté capacitado para utilizar EFT que le ayude a través de este proceso, ya que generalmente toma años de capacitación para desarrollar las habilidades y aliviar problemas profundos y significativos.


domingo, 25 de junio de 2017

Grasas Alimenticias – Lo Bueno, Lo Malo y Lo Feo

Grasas Buenas

Historia en Breve

  • Las grasas poliinsaturadas (PUFAs, por sus siglas en inglés) omega-3 y omega-6 de los aceites vegetales, son inestables y se dañan con facilidad durante el procesamiento y refinado, de modo que en la botella hay productos de descomposición tóxica; cuando los aceites se calientan se degradan aún más y generan toxinas adicionales
  • Consumir aceites vegetales refinados con alto contenido de PUFAs también es perjudicial porque el proceso de refinación elimina la mayoría de los antioxidantes, por lo tanto los omega-3 y omega-6 no degradados son más propensos a descomponerse en el cuerpo
  • Cuando las PUFAs se degradan dentro de su cuerpo, forman peligrosas moléculas de gran energía llamadas radicales libres que dañan a todo con lo que entran en contacto, incluyendo enzimas, membranas celulares e incluso el ADN
Por el Dr. Mercola
Las grasas son parte esencial de su alimentación. Sin embargo, no todas las grasas se crean de la misma manera. Entonces, ¿cómo saber si está consumiendo grasas saludables de alta calidad? En esta entrevista, la Dra. Cate Shanahan responde esta importante pregunta.
Shanahan es un médico familiar y autora del libro "Deep Nutrition: Why Your Genes Need Traditional Food" (Nutrición profunda: ¿Por Qué sus Genes Necesitan Alimentos Tradicionales?), que fue publicado originalmente en el año 2008.
Este año se publicó una versión revisada y actualizada. Ella misma es una ávida deportista que compitió en las pruebas olímpicas, también ha hecho trabajo de consultoría para Los Lakers de Los Ángeles.
La trayectoria de Shanahan en la nutrición comenzó cuando se enfermó. Terminó haciendo una inmersión profunda en bioquímica y biología molecular al buscar una conexión entre su problema de salud y su alimentación, y descubrió que ello no coincidía con lo que le habían enseñado en la escuela de medicina.
"En ese momento estaba practicando la medicina familiar en Hawái. Había ido a la escuela de medicina con la fantasía de que llegaría a la causa subyacente de las enfermedades, en particular de las que tendía a padecer como deportista, las cuales estaban conectadas con los tejidos.
Tenía bursitis y todos los '-itis' …era un corredora ...En realidad, tenía una beca [y] calificaba para las pruebas olímpicas [en] la carrera de los 1 500 metros... En 2001 desarrollé un problema en mi rodilla con el que terminé por no ser capaz de caminar más de unos cuantos pasos sin sufrir dolor, hinchazón y fiebre.
Pasé de ser una atleta de alto nivel que hacía ejercicio una o dos horas al día, a estar obligada a permenecer en el sofá, sentía que mi vida había terminado... No sabía qué era lo que estaba mal. Me operaron. Había acudido a tantos especialistas y nada me había ayudado".

Las Raíces Alimenticias del Dolor y la Inflamación

Entonces, su marido sugirió que su hábito de consumir azúcar podría tener algo que ver. Añadía una mezcla especial de jarabe de caramelo y un cuarto de taza de azúcar a su café todos los días. Después de correr 10 millas se terminaba una bolsa de M&M's sin pensarlo porque no padecía sobrepeso y se ejercitaba.
"Me dio un libro en físico para que yo pudiera empezar a leerlo, ya que era tan obstinada", dice. "El libro que me dio fue "'Spontaneous Healing: How to Discover and Embrace Your Body's Natural Ability to Maintain and Heal Itself" (curación espontánea: cómo descubrir y comprender la capacidad natural del cuerpo de mantenerse y curarse a sí mismo), de Andrew Weil".
La frase que me atrapó fue [cómo] los ácidos grasos omega-3 son como las vitaminas. Eso me dejó completamente sorprendida porque yo pensaba que las grasas eran perjudiciales. Que todas eran iguales. No sabía que había grasas esenciales que el cuerpo necesitaba para algo en particular que nosotros no podíamos hacer...
Era como, '¿Qué? Hay grasas que son buenas para el cuerpo?, ¿Qué es esto?' "Aunque no podía caminar, volé a Oahu. Tuve que conseguir una silla de ruedas para poder atravesar el aeropuerto e ir a la biblioteca médica ...Esto fue en el 2001. No teníamos Google. Amazon no llegaba a Hawái en ese tiempo...
Conseguí tres libros sobre ácidos grasos y bioquímica. Los leí de principio a fin. Cuando terminé, me di cuenta de que había mucho más en la ciencia de la nutrición de lo que conocíamos".

¡Sorpresa! Las Grasas Saturadas son Buenas para Usted

Al igual que muchos otros médicos convencionales, Shanahan estaba convencida de que las grasas saturadas eran malas--muy malas--y el colesterol debía evitarse a toda costa. Por otro lado, las grasas poliinsaturadas como los aceites vegetales y la margarina, eran buenos. En ese momento, las grasas trans eran en su mayoría desconocidas y los omega-3 tampoco tenían mucho reconocimiento público.
"No podía creerlo", dice Shanahan. "Pensaba, '¿Cómo es que toda la medicina podría estar tan mal?'" Un principio clave que le hizo darse cuenta de la importancia de las grasas alimenticias para la salud fue comprender cómo es que las grasas se oxidan.
Los ácidos grasos poliinsaturados (que se encuentran en los aceites vegetales) tienen enlaces altamente perecederos que reaccionan con el oxígeno, esto crea una avalancha de radicales libres que convierte los ácidos grasos normales que hay en su cuerpo en peligrosas moléculas de gran energía que se comprime alrededor, y que causan estragos de manera similar a los de la radiación.
"Empecé a escuchar más a mis pacientes a quienes realmente les gustaba la cocina... Me di cuenta de que, en realidad, lo más importante es su conexión con la naturaleza. Estaban en contacto con todo... [Ellos] usaban cada parte del animal ...lo comían todo ... En realidad conservaban las entrañas del pescado y las fermentaban en su alacena durante seis meses", dice Shanahan.
Teniendo en cuenta las grandes cantidades de azúcar que Shanahan solía consumir, es bastante obvio que estaba--como la mayoría de las personas que llevan una alimentación moderna y estadounidense--quemando azúcar como su principal combustible.
Esto causó una disfunción mitocondrial que, en su caso, se presentó como inflamación en las rodillas. Esa es la premisa de mi nuevo libro: "Fat for Fuel: A Revolutionary Diet to Combat Cancer, Boost Brain Power, and Increase Your Energy" (Grasas como combustible: una dieta revolucionaria para combatir el cáncer, estimular la capacidad cerebral, y aumentar su energía".
Al igual que yo, Shanahan concluyó que en realidad necesita consumir entre el 60 % y el 85 % de sus calorías diarias en forma de grasas. Sin embargo, no todas las grasas califican, y esta es la razón por la que el libro de Shanahan es una mina de oro.
Ella realmente profundiza en los detalles de los diferentes tipos de grasas, y explica porqué los aceites vegetales, como los de soya, canola y maíz, son tan tóxicos para el cuerpo humano.
Por ser tan técnico, este entendimiento sólo es compartido por un pequeño puñado de científicos de lípidos en el mundo, no hemos escuchado que se coloque a la vanguardia de la ciencia de la nutrición, en donde pertenece, porque cambia todo.

Los Aceites Vegetales Perjudican la Salud en Más de una Manera

La triste realidad es que los aceites vegetales procesados de manera industrial son predominantes en la alimentación promedio de los habitantes de los Estados Unidos.
Las estadísticas demuestran que en promedio, las personas de los Estados Unidos obtienen de estos aceites entre el 30 % y 50 % de sus calorías--no porque cocinen con ellos, sino porque se encuentran en muchos alimentos procesados.
Los aceites vegetales refinados y procesados se encuentran en los aderezos para ensaladas y en las comidas de los restaurantes; incluso pueden estar etiquetados como orgánicos. La razón por la que los aceites vegetales son perjudiciales tiene que ver con su estructura molecular.
"Los aceites vegetales son poliinsaturados. Eso significa que tienen dos enlaces dobles [en estrecha proximidad]... Esa estructura química tiene consecuencias muy importantes sobre la manera en que cambian estos aceites cuando los manipulamos para procesarlos, refinarlos... y luego una vez más cuando cocinamos con ellos", dice Shanahan.
La grasas poliinsaturadas que se encuentra en los aceites vegetales procesados no es perjudicial por sí misma, sino que se convierte en dañina cuando se consume en exceso, y/o cuando los aceites se degradan, esto ocurre durante el refinamiento, procesamiento y el calentamiento (al cocinar).
No sólo se pueden convertir en grasas trans si se calientan lo suficiente, sino que también pueden formar aldehídos cíclicos, que son aún más dañinos.
Si consume alimentos procesados con regularidad, de los cuales está prácticamente asegurado que contienen demasiados de estos aceites--hasta 10 veces más de lo que el cuerpo puede manejar con seguridad--y debido a la intensa refinación y procesamiento por los que pasan los alimentos procesados, los aceites estarán altamente degradados y por lo tanto serán tóxicos.

El Estrés Oxidativo es el Gran Productor de Enfermedades

En el capítulo 7 de "Deep Nutrition", Shanahan detalla cómo el consumir grasas poliinsaturadas en exceso afecta a las proteínas del hígado y por ejemplo, causa arteriosclerosis. Es por eso que si valora su salud es tan importante evitar los alimentos procesados de todo tipo.
"El estrés oxidativo es lo que sucede cuando su cuerpo tiene tantos radicales libres deteriorándose en él. El estrés oxidativo es el gran productor de enfermedades.
Todas las enfermedades crónicas que conocemos hoy en día, están asociadas con el estrés oxidativo. No hay una enfermedad que pueda nombrar que no lo esté... Cuando hay mucho estrés oxidativo, su sistema inmunológico no funciona tan bien".
En última instancia, el estrés oxidativo afecta a las mitocondrias, por ello produce tantos síntomas. Por supuesto, las mitocondrias tienen membranas celulares, y esas membranas están hechas de grasa, especialmente en el cerebro, y Shanahan hace un gran trabajo al explicar cómo las grasas dañadas afectan la salud cerebral.

Su Cerebro Necesita Grasas Saludables

Su cerebro es aproximadamente 50 % grasa en peso seco, y alrededor del 30 % de eso, son ácidos grasos esenciales omega-3 y omega-6. Ambos son igual de importantes, señala Shanahan. El problema es que la mayoría de las personas consume muy poco omega-3 y demasiado omega-6, la mayoría del cual se encuentra gravemente dañado por la oxidación debido a su procesamiento.
Una de las razones por las que el cerebro es tan susceptible al envejecimiento y a las enfermedades relacionadas con la edad es porque en él hay grandes cantidades de estos ácidos grasos altamente reactivos que se oxidan con facilidad.
Para mantener una función cerebral óptima, necesita ácidos grasos omega-3s y omega-6 de alta calidad, sin daños, junto con antioxidantes que los protejan de la oxidación. En resumen, los aceites vegetales procesados son malos para su salud cerebral por diversas razones, incluyendo las siguientes:
Están llenos de ácidos grasos omega-6 dañados y no contienen antioxidantes protectores
Privan al hígado de la glutatión, que produce enzimas antioxidantes, lo cual reduce aún más sus defensas antioxidantes
La mayoría de los aceites vegetales están hechos de cultivos genéticamente modificados (GE) diseñados para resistir a los herbicidas como el glifosato.
De modo que por lo general, están mucho más contaminados con glifosato que los cultivos que no son transgénicos, y se ha demostrado que el glifosato interrumpe las estrechas conexiones de su intestino e incrementa la entrada de invasores externos, en especial proteínas calentadas, que pueden causar alergias
Los productos de degradación tóxica que se encuentran en los aceites vegetales inhiben una enzima llamada delta-6 desaturasa (delta-6).
Quizás el ácido graso omega-3 docosahexaenoico (DHA), sea la grasa más importante que necesita para su cerebro y salud física. El DHA es completamente esencial porque en realidad, el cuerpo no lo quema como combustible; más bien, se integra a sus membranas celulares. El DHA también es fundamental para convertir los fotones del sol en electricidad con el fin de activar sus mitocondrias.
Las investigaciones demuestran que restringir el consumo de omega-6 en su alimentación permite que su hígado funcione mejor, esto le permite alargar los omega-3 de cadena corta de forma más eficiente. Este proceso implica a la enzima delta-6, la cual es inhibida por los productos de descomposición tóxica que se encuentran en los aceites vegetales. Los altos niveles de insulina también inhiben esta enzima.

Cocinar Desde Cero es Fundamental

Una estrategia clave para evitar estas toxinas perniciosas es consumir comida real, y eso significa cocinar la mayoría de sus alimentos en casa.
"El primer paso que le recomiendo a mis pacientes... es empezar con un desayuno saludable... Añada a su café leche o crema de buena calidad, proveniente de [vacas alimentadas con pastura, orgánica y sin pasteurizar], si puede conseguirla, o que al menos sea orgánica.
Esto va a ayudarle a quemar grasa. Sin carbohidratos, pero con suficientes grasas naturales saludables.
También podría consumir huevo con queso, mantequilla y quizás las verduras que le gusten para darle sabor---no verduras con almidón, obviamente. Esos son dos ejemplos de un desayuno realmente saludable...
Si consume un desayuno muy alto en grasas... entonces para la hora del almuerzo no estará cerca de tener una cantidad de hambre tan grande. No tiene que consumir snacks... Puede concentrarse mejor... "
En la fase de transición, cuando está enseñando a su cuerpo a quemar grasas como su principal combustible por primera vez, podría ser mejor añadir mantequilla de leche de vacas alimentadas con pastura a su café, en lugar de leche debido a que ésta última contiene azúcar en forma de galactosa.
Otra estrategia importante es evitar los aceites añadidos y sólo consumir los alimentos enteros de donde se derivan esos aceites. Si desea aceite de aguacate, utilice aguacates. Si desea aceite de linaza, utilice semillas de lino. Si desea aceite de semillas de sésamo, utilice semillas de sésamo.
El aceite de oliva es una excepción, ya que no es un aceite procesado. En realidad se comprime, aunque está la cuestión de la adulteración. La gran mayoría de los aceites de oliva que hay en el mercado están adulterados con otros aceites vegetales de baja calidad.
El aceite de coco es otra excepción a la regla anterior. Como lo señaló Shanahan, "Esta es la razón por la cual cuando las personas hacen la dieta Ornish o Esselstyn, y evitan todos los aceites añadidos, experimentan beneficios. [Están] eliminando estos aceites tóxicos de su alimentación".

4HNE – Una Toxina Poco Conocida de la Grasas Poliinsaturadas

Otra información importante tiene que ver con el 4-hidroxinonenal (4HNE), que se forma durante el procesamiento de la mayoría de los aceites vegetales.
El 4HNE es altamente tóxico, en especial para las bacterias intestinales, y su consumo de se ha correlacionado con el desarrollo de un equilibrio obesogénico de la flora intestinal.
"Realmente se han llevado a cabo estudios en donde crean ratones gordos y después toman la flora intestinal de esos ratones gordos para dársela a ratones delgados. Esto cambia la forma en que se comportan. Se ponen más ansiosos. En realidad algunos de los ratones comen más. Cuando observé este estudio dije: 'Bueno, ¿cómo hicieron que estos ratones fueran gordos?'
Lo que estaban haciendo era darles una dieta rica en grasas. Aquí es donde se complica realmente... La mayoría de los estudios sobre dietas ricas en grasas que utilizan manteca, están utilizando manteca proveniente de animales alimentados con maíz y soya. [Es] rica en ácidos grasos poliinsaturados--casi [tanto] como si los animales hubieran sido alimentados con maíz y aceite de soya.
Por lo tanto, las llamadas dietas ricas en grasas saturadas están lejos de eso. Lo cual quiere decir que tenemos que regresar los cientos de millones de dólares de las investigaciones sobre los llamados daños para la salud causados por las dietas ricas en grasas saturadas que fueron hechas en estudios con animales".
El 4HNE causa citotoxicidad, daña el ADN y promueve las avalanchas de radicales libres que dañan la membrana mitocondrial.
Según Shanahan, "No se puede diseñar un mejor vehículo de entrega para una toxina que va a destruir poco a poco su salud en el transcurso de quizás 10 o 20 años, dependiendo de su genética y la capacidad de su sistema antioxidante".
Shanahan también señala que en este caso los aceites vegetales orgánicos no son la solución, ya que el 4HNE aparece incluso si el aceite se obtiene de cultivos orgánicos. Es un derivado intrínseco de la refinación y procesamiento del aceite, no importa qué tan saludable haya sido el aceite en un principio.
"Hasta el 5 % de [un litro de aceite vegetal] pueden ser tipos tóxicos de grasas trans. Eso son 50 gramos. Lo cual es casi 2 onzas. Estamos hablando de 2 onzas de un compuesto altamente tóxico de partes por millón, mismas que ni siquiera son medibles ", señala Shanahan.

Su Cuerpo Necesita Alimentos Reales

Para obtener más información, le recomiendo bastante obtener un ejemplar de "Deep Nutrition: Why Your Genes Need Traditional Food". Como destacó Shanahan, "Tiene que comer, por lo tanto también puede hacerlo bien".
Aunque la clave está en los detalles, y los detalles pueden ser complicados, la manera más simple de entender en qué consiste en una alimentación saludable es pensar en más o menos 100 años atrás y considerar qué comida había entonces y cómo se preparaba. El objetivo es la comida real—alimentos enteros que están lo más cerca de su estado natural posible.
Esto puede ser particularmente importante cuando se trata de grasas. Si no está seguro, la forma más fácil de evitar los posibles peligros es consumir alimentos enteros en lugar de el aceite de los alimentos, debido a que algunas de las toxinas más peligrosas--como el 4HNE--son un derivado del procesamiento.
"A mi esposo le gusta recordarme que la comida debe tener buen sabor para poder disfrutar lo comemos. Disfrutará lo que está consumiendo cuando elimine los aceites vegetales y el exceso de azúcar de su alimentación. También disfrutará mucho más la comida saludable. Realmente la apreciará", dice Shanahan.

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