jueves, 16 de abril de 2015

Batido de arándanos y fresas con copos de avena

 Extraído de la página http://www.conasi.eu/blog/recetas/batido-de-arandanos-y-fresas-con-copos-de-avena/

 Empezamos la semana con energía con un desayuno (o merienda) crudivegano, sin leche, sin gluten (esto que sigue es de parte del Blog Brisas del Alma: para más información leer al pie de la página un estudio sobre la avena y el gluten) ¡y que hacemos en un momento! Por su aporte en nutrientes podríamos considerarlo un súper-alimento: ya los protagonistas arándanos son unas frutas del bosque son ricas en ácido elágico (sustancia antiangeogénica y antioxidante), los copos de avena proporcionan una fuente de proteína (11,72 g de proteína por cada 100 g de avena y en este caso además ¡está libre de gluten) y de fibra, las almendras aportan vitaminas B y E, magnesio y calcio y las semillas de chía son ricas en antioxidantes, proteínas, fibra y 18 g de Omega3 por cada 100 g! 

¿Quién decía que no daba tiempo preparar un desayuno bien equilibrado en momentos de caos?


Desayuno: batido de arándanos y fresas con copos de avena sin gluten y frutos secos

Desayuno crudivegano, sin leche y sin gluten


Batido de arándanos y fresas con copos de avena


Tipo de receta: Batido

Autor: Louise Spratt

Tiempo de preparación: 5 mins

Tiempo de cocinado: 1 min

Tiempo total: 6 mins

Ingredientes

Instrucciones
  1. Lavar bien las fresas y los arándanos frescos.
  2. Echar en la Vitamix, o en otra batidora de vaso los arándanos, las fresas y las semillas de chía. Triturar hasta conseguir un batido suave y espeso. Este es la base de nuestro desayuno.
  3. Verter el batido en los vasos y cubrirlos con copos de avena.
  4. Si lo deseas, puedes añadir un poco de agave, miel u otro endulzante por encima.
  5. Adornar con almendras picadas o con el fruto seco que más te guste y ¡a disfrutar!


Notas

Podemos aumentar las cantidades del batido y tenerlo listo para tomar esa misma tarde, o si lo prefieres ¡puedes hacer helados de frutos rojos!
Puedes remojar los copos de avena (en agua o en leche vegetal) un rato antes, si prefieres que estén un poco más tiernos.


Si no dispones de arándanos, puedes utilizar mermelada de arándanos sin endulzantes.

Fin de la receta
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Agregamos desde mi Blog: Brisas del Alma , más información
 Sobre la avena y el gluten

Es incierto el papel que juega la avena en la celiaquía. Dado que es un alimento muy nutritivo, desde hace años se están llevando a cabo numerosas investigaciones para dilucidar las dudas de médicos y nutricionistas sobre su efecto en el tratamiento dietético de las personas celíacas.
La avena no se suele consumir en grano, si bien se emplea como ingrediente esencial para elaborar numerosos productos derivados como los copos, las galletas o las tortas de avena. La confirmación de que la avena no contiene gliadina, la sustancia más tóxica del gluten (esta prolamina en la avena se denomina avenina, y su cantidad es menor), permitiría incluir este interesante cereal en el plan dietético de quienes padecen celiaquía, ampliando la gama de productos alimenticios tolerados.

Buenos resultados comprobados


La avena puede incluirse, de forma moderada, en una dieta libre de gluten por la mayoría de personas con celiaquía
Se está investigando el papel de la avena en la enfermedad celíaca desde hace décadas. Sin embargo, muchos de los estudios realizados se basaban en una muestra poco representativa y numerosa (participaban sobre todo niños). Asimismo, los periodos de seguimiento dietético eran muy cortos como para poder extraer conclusiones determinantes.
El estudio más consistente sobre la cuestión fue el dirigido por Esko Janatuinen, de la Unidad de Gastroenterología del Hospital Universitario Kuopio (Finlandia), hace más de una década. Se publicó en el 'New England Journal of Medicine'. En este ensayo aleatorio, los investigadores estudiaron los efectos de una dieta libre de gluten con avena y sin avena en 52 adultos con enfermedad celíaca en fase de remisión y en 40 personas recién diagnosticadas de celiaquía.
Al inicio del estudio, consideraron como cantidad moderada de avena unos 50-70 g de este cereal por día, presentado de tres formas distintas: harina de trigo, mezclada con la misma cantidad de avena; 'muesli', con un 60% de avena; y copos de avena de desayuno. A los pacientes con enfermedad celíaca en remisión se les hizo el seguimiento durante 6 meses. El tratamiento para las personas con diagnóstico reciente de celiaquía duró el doble. A todos se les realizó una biopsia de las vellosidades intestinales al principio y al final del estudio. En la biopsia final se comprobó que no había diferencias significativas entre los pacientes (no hubo empeoramiento de la estructura de las vellosidades intestinales). Los análisis de laboratorio tampoco dieron diferencias entre el grupo que consumió avena y el grupo de control. Incluso todos los pacientes con diagnóstico reciente de celiaquía que consumieron avena, excepto uno, se encontraban en remisión al año de comenzar el estudio.
Con esta investigación se confirma la teoría de que cantidades moderadas de avena pueden incluirse, sin efectos adversos, dentro de una dieta libre de gluten por la mayoría de personas adultas con enfermedad celíaca. Al final del estudio la mayoría de los pacientes consumían una media de 30 g de avena por día (el 81% de los pacientes en remisión y el 74% de los pacientes con diagnóstico reciente).
Janatuinen prosiguió la investigación con el objetivo de analizar la seguridad a largo plazo de la ingesta de avena, en este caso durante 5 años. Durante este tiempo se realizó el seguimiento de 23 pacientes, consumidores habituales de avena, que habían participado en el estudio anterior. Los resultados se compararon con el grupo control (dieta libre de gluten sin avena). Los resultados del estudio, que se publicaron en la revista 'Gut', proporcionan la primera evidencia científica de la seguridad a largo plazo del consumo de avena dentro de una dieta libre de gluten para personas adultas con celiaquía.
En niños también hay estudios en este sentido, aunque de menor duración. Por ello, los especialistas estiman la necesidad de investigar más para determinar la seguridad a largo plazo de la avena en la dieta infantil sin gluten.

No bajar la guardia

Imagen: Phil Dubois
En este momento, y pese a los buenos resultados de las investigaciones, el consejo de evitar la avena en esta enfermedad crónica se justifica por el riesgo elevado de que dicho cereal y sus derivados (copos, harina, tortas o galletas) se hayan podido contaminar por contacto con otros cereales con gluten (trigo, cebada o centeno) durante su procesado (cosecha, transporte, molienda o tratamientos posteriores).
La Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE) estima que una de cada 100/150 personas son celíacas, si bien sólo el 10% están diagnosticadas. Teniendo en cuenta la elevada prevalencia de celiaquía entre la población española, por tanto, sería muy interesante un trabajo en la línea de desarrollar métodos de cultivo, transporte y molienda para obtener avena pura y libre de contaminantes. Esto permitiría incluir la avena dentro de la dieta sin gluten, haciéndola más equilibrada y variada a nivel nutricional.
Como última novedad, FACE ha hecho pública recientemente, en su web, la última modificación de su 'lista de alimentos sin gluten'. 
De la página:  http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/aprender_a_comer_bien/enfermedad/2007/11/07/171507.php




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