lunes, 15 de septiembre de 2014

Ensaladas ilustradas (1ª parte)

Por  el Dr.  








Las ensaladas, plato único al mediodía, protagonizan las dietas de adelgazamiento y se pueden comer todo el año. Ensaladas ligeras, sanas y completas, fáciles de hacer, nada aburridas y ricas en colores y sabor. Las ensaladas con imaginación admiten muchos ingredientes, llevan vitaminas, minerales y fibra, tienen un efecto depurativo importante y facilitan la eliminación de toxinas y exceso de líquidos acumulados en el organismo. No se trata de lechuga, tomate y cebolla, que también, sino añadirles un montón de ingredientes que se adapten a los gustos de quien las come. La clave, saber combinar y querer.
Pensar que un plato completo sustituye a dos que le dejan a uno para echar la siesta. La lechuga es ligera y refrescante, poquísimas calorías, al mediodía o por la noche, antioxidantes, carotenos, flavonoides, ayuda al estreñimiento y a la vista, acido fólico, los antiguos romanos la tomaban para echar la siesta o dormir mejor porque tiene un principio, el lactucario, con efectos opiáceos que facilitan el sueño. A algunos puede producir gases, que igual se evitan eliminando el tronco. No puede faltar.
El tomate, no puede faltar, tiene de todo bueno, siempre rojo que contiene licopeno bueno para luchar contra los cánceres de próstata, pulmón y piel, pobre en sodio y rico en potasio, previene los problemas vasculares y trombosis, buen aporte  de vitamina C, A y acido fólico. Una maravilla. La cebolla, alimento medicamento con sus compuestos azufrados, flavonoides, saponinas, selenio, potasio, acido fólico, baja la glucosa en la sangre, reduce el riesgo de cáncer de estómago. Agradece la compañía del perejil.
Estos tres indispensables se acompañan de otros al gusto que completan un plato ilustrado y único, la ensalada. Remolacha, no es de las más apreciadas y utilizadas entre nosotros, rica en folatos, potasio, pocas calorías y buen sabor a la ensalada, cocida vuelve roja la orina, reduce el colesterol y buena para el corazón y las arterias. Y ahora tres poco conocidas, rúcula o también oruga y roqueta, de la familia de las coles, habitual en el Mediterráneo sobre todo Italia, parecida a los berros, amarga y picante, mucha fibra, vitamina C, betacarotenos y hierro no hemo que se fija por la Vit. C, y favorece la digestión.
Otro poco conocido, la hierba de los canónigos (porque crecía en sus huertos), aparece embolsada en los mercados, crujiente y delicada, vitaminas A y C, B6, hierro, yodo y manganeso, y curiosamente omega-3 que ayudan al sistema cardiovascular, mejoran el colesterol y la tensión arterial. Los condimentos como el vinagre los oscurecen y pierden textura. El lollo rojo, lechuga de color rojo intenso, también de la cocina italiana, mucha agua, antocianinas, vitaminas A, C y folatos, fibra, mueve muy bien el hígado y la bilis. Unas 35 calorías.
El Dr. Jesús Llona Larrauri es experto en Alimentación, Nutrición, Sanidad y Bromatología, miembro de la Real Academia de Medicina del País Vasco, de la Fundación Española de Nutrición, de la Academia Vasca de Gastronomía




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